La Cervecería Nacional (CN) suspendió ayer, a las 17:00, la producción y comercialización de las cervezas Pílsener y Club. Los directivos de la empresa acataron la resolución de la jueza novena de Niñez y Adolescencia del Guayas, Manuela Calva.
La magistrada dispuso, el 26 de noviembre último, que se prohíba la venta de las cervezas Pílsener y Club en el mercado local.
Igualmente, la jueza Calva ordenó la retención de USD 90,9 millones en las cuentas bancarias, prohibir la enajenación o transferencia de acciones y orden de arraigo a cinco funcionarios de la empresa cervecera.
El litigio se origina por un reclamo de ex trabajadores de la cervecería sobre el pago de utilidades de 16 años y que suman los USD 90,9 millones.
Roberto Jarrín, presidente de la CN, dijo -en una rueda de prensa la tarde de ayer- que han sido obligados a detener la elaboración y comercialización de los dos productos. “Eso significa no vender, reducir la fuerza de empleo y separar a un grupo de trabajadores de la empresa o enviarlos a vacaciones obligadas”.
Al alto directivo de la empresa porteña señaló que, en consecuencia, también se suspenden la emisión publicitaria en todos los medios y todos los auspicios de orden deportivo.
Hernando Segura, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la Cervecería, comentó que con esa medida se afectará a más de 130 000 tiendas que distribuyen el producto. “Son USD 3 millones diarios que se pierden. Habrá desabastecimiento de cerveza ya que el inventario que tienen las tiendas es solo para tres días”.
Según Gonzalo Noboa, asesor legal de la CN, se presentarán todos los reclamos que sean necesarios porque la empresa no puede quedarse sin operar. “La Cervecería cumple todas las normas legales y nunca ha negado los derechos a ningún trabajador”.