Analistas políticos evalúan el reciente cambio de autoridades en el Gabinete del Gobierno Nacional. Mientras Alfredo Espinoza observa falta de liderazgos en las filas del movimiento oficialista, Alejandro Zavala le apuesta a la visión que puedan marcar en su gestión las nuevas autoridades. Ambos coinciden en que el Gobierno debe hacer un cambio más allá de los nombres.
El 5 de julio del 2022, el presidente Guillermo Lasso posesionó a cinco autoridades: Pablo Arosemena como ministro de Finanzas, Darío Herrera al frente de Transporte y Obras Públicas, María Gabriela Aguilera como titular de Desarrollo Urbano y Vivienda, Andrea Montalvo a la cabeza de la Secretaría de Educación Superior, y José Ortega como presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
A excepción del último, los restantes son funcionarios que desempeñaron cargos en otras instituciones públicas hasta el momento mismo de la posesión.
“Este reciclaje, este rencauchaje que hace el régimen con algunos de sus funcionarios responde básicamente a una lógica: el Gobierno no tiene cuadros, así de sencillo”, señala el analista Espinoza al insistir que el cambio debe ir más allá y ser “más profundo”.
Para él, Lasso pudo fortalecer su núcleo más cercano durante los años antes de llegar a Carondelet, pero eso no significa que haya ampliado el espacio para que nuevos liderazgos emerjan al interior de su organización política. Tampoco ha permitido que otros expertos, vinculados a distintos sectores de la sociedad civil, puedan involucrarse, agrega.
“Es un Gobierno todavía cerrado y es un problema porque no tiene cuadros. Hay una ausencia tangible de liderazgos tanto en Creo como dentro del régimen”.
Problemas de las organizaciones políticas
Espinoza explica que el problema de la falta de liderazgos no es solo del partido oficialista sino que se extiende a las demás organizaciones políticas del país.
Mecanismos precarios de democracia interna, un caudillo que ejerce los liderazgos sobre el cual gira el desarrollo de la política, falta de apertura a la multiplicidad de actores, liderazgos de jóvenes encerrados por el adultocentrismo, mujeres que no han podido despuntar son algunos de los factores que merman la posibilidad de contar con esos cuadros necesarios, según el experto.
El analista Zavala cree que, en el caso de la actual administración, lo importante es el fondo de la situación tras el paro de junio del 2022. “Lo más importante es que el Presidente y el Gobierno en general se hayan dado cuenta de que tienen necesidades acuciantes que atender, muy rápidamente. Que no tienen demasiado espacio para la maniobra”.
Los resultados van a ser las acciones que tome el Gobierno para atender las necesidades de las poblaciones más marginadas en Ecuador, añade. Zavala no es de la idea de prejuzgar, sino esperar un tiempo para ver el resultado de esos nombramientos. “Lo más importante es ver cómo el Gobierno procesó a la interna el tema del paro, para ver si las nuevas caras van a resultar o van a seguir siendo más de lo mismo y a la vuelta de la esquina vamos a tener otro paro, muy pronto”.
Evalúa que los cambios en el Gabinete son un comienzo, que el Ejecutivo se ha dado cuenta de que “tiene que cambiar su modelo de gestión, más dialogante, menos hermético y dar apertura a los grupos sociales”.
Cambio de visión
Zavala dice que con el reemplazo en la titularidad del Ministerio de Finanzas hay un “cambio diametral”, porque Simón Cueva fue un ministro “fiscalista”. El nuevo ministro, Pablo Arosemena, tiene un sentido más político que Cueva, es el cambio más importante de visión de una política más económica a una más política, destacó.
Espinoza concuerda que el discurso de Arosemena evidencia un cambio de rumbo hacia lo social, pero le genera dudas sobre el cómo será su gestión cuando existe una “crisis económica” en Ecuador. Proyecta que habrá posibles recortes presupuestarios y lo “grave”, dice, sería si eso se da en sectores sensibles o si no hay inversión eficiente.
Por otro lado, destacó la salida de Luis Pachala de la secretaría de Pueblos y Nacionalidades. Fue uno de los “errores madre” la reunión con Lasso durante el paro nacional, en el que el exfuncionario llevó a una dirigencia indígena con “mínima representación”, indica. Se refiere a la Unión de Organizaciones Indígenas de Cotopaxi Residentes en Quito (Unoric).