Venezuela hace noticia por la fuerte personalidad y el histrionismo del líder que la gobierna hace 11 años, sin alternancia por la voluntad electoral.
Estos días se aprobó, por parte de la mayoría de su partido, una Ley habilitante que tiene vigencia y a la que acude el coronel Chávez por cuarta vez en su Gobierno para concentrar tareas legislativas sin interferencias del nuevo congreso. Ocurre que la Asamblea debe renovarse por mandato de las urnas y el Presidente ya no contará con una total mayoría sino que la oposición tendrá un bloque de legisladores que puede dejar oír su voz, como corresponde a cualquier sistema democrático de mayorías y minorías. eso parece que tiene a Chávez nervioso y la oposición denuncia un intento de golpe de Estado para implantar un Régimen comunista.
Además, el otro tema preocupante es el interés del Gobierno de la revolución que se autotitula bolivariana de controlar los resquicios de pensamiento libre. Ahora va por la Internet. Ya no basta con haber acosado a la prensa crítica, ya no basta con cerrar canales de TV que le cuestionaban ni sobre inflar el espectro radioléctrico de frecuencias para los complacientes. Ahora se trata de controlar el ciberespacio.
Venezuela está en manos del comandante Chávez y todo, hay que decirlo, por la fuerza de las urnas y la gran popularidad del Presidente que aniquiló al bipartidismo de socialdemócratas y democratacristianos que gobernaron en goce de la bonanza petrolera, es un país polarizado. Es un callejón sin salida.