Desde las 08:00 de este miércoles 22 de junio del 2022, el paso por la avenida Manuel Córdova Galarza, unos metros antes de llegar al redondel de la Mitad del Mundo, volvió a bloquearse por tercer día consecutivo.
Esta vía, que sirve de acceso norte a la capital, no tuvo inconvenientes la primera semana de paralización; sin embargo, a partir del lunes 20 de junio, fue escenario de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden.
Rosangela Brito, moradora de Cutuglagua, contó que el lunes debió caminar y movilizarse en camioneta para llegar a su trabajo en El Condado, donde se desempeña en quehaceres domésticos.
Ese día encontró tres bloqueos: a la altura de Maresa, al ingreso a la Pampa, y en Pomasqui. Pero hoy, solo hubo uno.
Dice que la situación más caótica se la vivió el lunes, cuando hubo una fuerte contienda entre la Policía y militares y los manifestantes. Las bombas lacrimógenas no llegaron hasta su barrio, pero debió cruzar ese sector a pie. “Terrible fue, pero no somos personas de esta parroquia, no sé de dónde habrán venido a cerrar esta vía”, comenta.
Bloqueo de vías
Juan Carlos Maldonado, quien vive en la avenida Equinoccial, asegura que el primer día, esta carretera fue cerrada por cinco personas, cuatro de ellas venezolanas. “No es gente de aquí. Nosotros nos organizamos y salimos a pedir que, por favor, a quienes vivimos aquí nos dejen pasar, pero no aceptaron. Mis vecinos dicen que son personas a las que les pagan USD 30, y como es gente desempleada, acepta. Uno de ellos era habitante de calle”.
Este miércoles unas 20 personas estaban bloqueando ambos sentidos de la vía. En tres puntos estaban quemando llantas. Dos policías se acercaron al lugar y los conductores que no pudieron pasar y que aún permanecían allí les pidieron que habiliten el tránsito, pero los uniformados respondieron que no hay personal, ya que todos estaban desplegados en otros puntos más conflictivos de la urbe. Los dos agentes solo se acercaron para pedirles a los protestantes que permitieran el paso de una ambulancia.
César Flores es maestro mayor y trabaja en una obra en Pucará. Cuenta que este miércoles debió salir de su casa en Rancho Alto, antes de las 06:00, y viajó en camionetas y caminando. Se tardó en llegar a la obra una hora y media. El problema, dice, es que ya no tiene cemento y las ferreterías de la zona no están atendiendo, y los distribuidores no pueden llegar. Si no se abre la vía, dice, deberán suspender los trabajos.
Parroquia incomunicada
Solo en la parroquia de San Antonio de Pichincha viven unas 40 000 personas y debido a los cierres viales quedaron incomunicadas.
Hasta el mediodía, otro grupo estaba bloqueando en la vía Calacalí La Independencia e impedían el paso de los camiones que llegaban con productos de abastecimiento desde el noroccidente y la Costa.
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Posted by El Comercio on Wednesday, June 22, 2022