Desde el pasado 16 de junio del 2022, estudiantes de medicina de distintas universidades colaboran con brigadas para brindar ayuda en el contexto de las manifestaciones, en Quito.
Pablo Rodríguez, representante de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador, señala que las brigadas están integradas por médicos, enfermeras, paramédicos y estudiantes que se autoconvocaron para prestar atención a las personas afectadas.
Recuerda que en las movilizaciones de octubre del 2019 también colaboraron. “Casi no teníamos experiencia, fuimos aprendiendo sobre la marcha. Había muchas personas heridas con impactos de perdigones y asfixiados por los gases lacrimógenos”, dice.
Con esa experiencia, Rodríguez comenta que se organizaron mejor, difundieron en redes sociales y recibieron el apoyo de voluntarios de distintas universidades.
Lograron conseguir una carpa y la instalaron en el parque El Arbolito, en el centro-norte de Quito. Allí funciona un punto de atención con un médico a cargo y estudiantes.
Donaciones
Desde el lunes 20 de junio tienen como base el coliseo de la Universidad Central en donde además de atención médica, también se receptan donaciones de insumos como jeringuillas, guantes, analgésicos y de alimentos perecibles y no perecibles.
Las brigadas móviles, en cambio, recorren los puntos calientes en donde hay manifestaciones y dan ayuda a quienes lo requieren.
Rodríguez menciona que principalmente han atendido casos de asfixia por el gas lacrimógeno, personas heridas por el lanzamiento de piedras, perdigones y otros objetos, así como golpes y caídas.
“Tenemos un grupo que entra a la parte más conflictiva, rescata a los heridos y los estabilizan”, agrega el estudiante.
Si la persona afectada requiere atención urgente y especializada, es trasladada al Hospital Eugenio Espejo.
Para el estudiante de noveno semestre de la carrera de Medicina, el apoyo de las brigadas ha sido una manera de vincularse con la sociedad y un aporte como futuros profesionales.
Azniv Ramírez, estudiante de medicina de 20 años, también participa en la iniciativa. Ella comenta que no tienen ninguna bandera política y su objetivo es ayudar especialmente a grupos vulnerables como mujeres, niños y adultos mayores que llegan de diferentes comunidades del país.
Su trabajo es estabilizar, con ayuda de médicos y paramédicos, a las personas afectadas por el gas pimienta o golpes, y enviarlos a sitios seguros.
“Nosotros vemos a las personas como iguales y a todas les brindamos ayuda”, dice Azniv.
Tres espacios de atención
Gustavo Morales es el director del Hospital del Día de la Universidad Central y coordina los tres puntos de atención que se abrieron desde el lunes en la institución que acogió a los manifestantes indígenas.
El médico señala que como institución siempre están dispuestos a ayudar al pueblo, por ello se destinaron estos espacios.
Uno se encuentra en el parqueadero de la Facultad de Odontología, cerca al Teatro Universitario. Otro es el Coliseo, ubicado en la calle Bolivia y el último es el Hospital del Día.
En cada punto atienden 15 personas: un médico emergenciólogo, uno general, una enfermera y una auxiliar, y estudiantes de la carrera de Medicina.
Morales señala que este 21 de junio han atendido aproximadamente a 80 personas, la mayoría son casos de asfixia por ingesta de gas, caídas y golpes, cólicos y también un caso por traumatismo craneoencefálico y fractura de peroné.
Dependiendo de la afluencia de pacientes, para mañana, 22 de junio, está previsto que se abran dos espacios más.