Galo Terán
He quedado absolutamente estupefacto al ver que el 19 de enero en EL COMERCIO, se ha publicado un comunicado suscrito por funcionarios de la Fiscalía, relativo al penoso accidente en el cual falleció una persona y en el que se ha visto involucrada, de alguna manera, la esposa del Ministro Fiscal General.
Cómo puede ser posible que algunos fiscales hayan firmado el remitido? ¿Puede la ética permitir semejante acción? ¿Pueden realizar afirmaciones que no les constan, acaso ellos estuvieron allí? ¿Dónde está la independencia? ¿Podrá existir confianza en aquellas personas que -por su delicadísima función tienen que estar más allá de bien y del mal- se parcializan?
Con profunda humildad y desinterés, llamo a dichos funcionarios a una profunda, sincera y sensata reflexión.
Después de esto, ¿será la Fiscalía “un referente ético al servicio de la sociedad y la justicia penal”, conforme reza su lema?
Si no existe justicia terrenal, nuestra fe nos dice que ¡sí hay una divina!