Redacción Esmeraldas
Los habitantes del balneario de Mompiche, perteneciente al cantón Muisne, al sur de Esmeraldas, no pierden la fe en su tierra. Luego de los daños que provocaron los aguajes, los primeros días de este mes, se arreglan las casas y los quioscos, instalados en la playa.
Edwin Intriago, a quien las fuertes olas se llevaron, prácticamente el comedor de madera que tenía frente al mar, levanta otro restaurante. Cinco obreros dirigidos por Arturo Zambrano, constructor de casas de caña y madera, trabajan aceleradamente a 50 metros más adentro de la estructura destruida, que estaba instalada a 120 m del océano.
El objetivo es que el negocio esté listo para el Carnaval, comenta Zambrano. No hay duda que para Intriago, que deberá cancelar USD 2 000 por la construcción, es un gasto que no estaba programado. Es el mismo problema de decenas de propietarios de viviendas, bares y restaurantes que resultaron afectados y que hoy, con martillos, palas y serruchos en mano, reparan sus inmuebles.
Sin embargo, se necesitan más que las barricadas de palos o cañas guadúa que han levantado los desesperados vecinos del lugar para cerrarle el paso al mar.
Eso lo saben bien las autoridades de la Secretaría de Prevención de Riesgos (SPR) que priorizó 14 proyectos emergentes para los cantones San Lorenzo, Eloy Alfaro, Rioverde, Esmeraldas, Quinindé, Atacames y Muisne.
Para ello, se fijó un monto de USD 2 499 818 para la primera etapa del programa de obras de prevención de los daños que puede provocar el invierno. Los proyectos comprenden la construcción de muros de escolleras, enrocados, de gaviones en varias playas. Se conoce que al momento el Gobierno ha desembolsado el 70% de los recursos, para que los alcaldes, que presiden los Comités de Operaciones Emergentes (COE), contraten las obras.
Al cantón Muisne, que resultó el más afectado, por ejemplo, se le entregaron USD 330 000, para la construcción de un muro de gaviones de 1 100 m para la protección de la playa de Bolívar y otro muro más en Chamanga.
Así lo dio a conocer Tania Coronel, vocera del Cabildo. Pero ahora se busca direccionar esos recursos a la instalación de un tubo de geotextil, que serviría de barrera de protección en Mompiche. Esta última fue la localidad más afectada por los aguajes del 1 y 2 de febrero. Se destruyeron totalmente cuatro locales y 18 resultaron averiados.
Mientras que 167 más, entre cabañas, centros de diversión y viviendas, están afectados en las parroquias vecinas de Daule, Las Manchas, San Francisco del Cabo, Bunche y Galeras.
El alcalde y presidente del COE de Muisne, Ángel Bernal, aspira a que se pueda invertir los recursos que llegaron en los trabajos para la protección de Mompiche. Para ello se ampararán en la declaratoria de emergencia, que está vigente en el cantón desde el 8 de febrero, precisamente, por los aguajes. Sin embargo, se ha elevado a consulta a la Secretaría Nacional de Prevención de Riesgos, para ver si ello es posible.
Entre tanto, las actividades se normalizan en las playas. Fabricio Rocchi, una turista italiano que visita regularmente Mompiche, está admirado de la forma como el mar ha erosionado la playa. “Si no se hace algo el agua carcomerá todo”, comenta.