Un depredador nocturno mantiene en zozobra a los comuneros y campesinos de las zonas rurales de la parroquia Quisapincha, cerca a Ambato en la Sierra centro de Ecuador.
Ayer, jueves 26 de septiembre del 2013, algunos vecinos se trataron de organizar para darle caza, pero solo consiguieron llamar la atención de las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).
Algunos medios locales han calificado a este animal como ‘chupaorejas’ en alusión al mitológico animal denominado ‘chupacabras’ que empezó aparentemente sus andanzas en Puerto Rico y otros países en Centroamérica.
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En las comunas de Ambatillo Alto, Angamarquillo, entre otras, los vecinos aseguran que el depredador atacó a cerca de 50 animales especialmente asnos y ovejas. “La bestia (como la llaman) cercena las orejas de nuestros animalitos y los deja sangrantes. Después dejan de comer, flaquean y se mueren”, aseguró hoy, viernes 27 de septiembre del 2013, José Montachana, cabildo de la comuna Angamarquillo.
Mañana, sábado 28 de septiembre, los vecinos de las zonas rurales de Quisapincha organizarán una búsqueda a gran escala para, según ellos, cazar a este depredador. Sin embargo, los técnicos de Agrocalidad (que recorrieron ayer los sembríos, pastizales y quebradas) descartaron que se trate de un murciélago. Consideran que podría ser un puma o un carnívoro pequeño.
También comprobaron que los animales tenían efectivamente las heridas descritas además de rasguños en la piel.
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Según Javier Rodríguez, coordinador de Agrocalidad de Tungurahua, presumiblemente es un animal de mediana estatura que tomó como costumbre alimentarse de las orejas de los asnos. “Descartamos que sea un murciélago. Se informará a los técnicos de Medio Ambiente para que lo identifiquen”.
Los comuneros temen salir en las noches y empezaron a llevar a sus animales bajo techo. A la par, Ángel Lara Noriega, funcionario de la Dirección de Educación de Tungurahua, aseguró hoy, a las 06:00 del viernes 27 de septiembre del 2013, que observó a dos perros cercenadas sus orejas en la comuna Cunucyacu, cerca a la frontera entre las provincias de Bolívar y Tungurahua, a donde acostumbra acudir para bañarse en las aguas termales.
“Pensé que estaban heridos por una pelea entre canes, pero ahora que caigo en cuenta, los animalitos presentaban las mismas heridas que los de Quisapincha”, aseguró Lara.