Ganó la guerra del Cenepa con el impulso de una nación que solo se ha unido, con sus pros y contras, por una confrontación bélica. Es una autoridad sobre geopolítica y su derivada más reciente, la geoeconomía, tanto que da clases sobre ellas. Paco Moncayo salió campante hace poco de su propia batalla contra el covid, y asoma la cabeza detrás de su barricada para puntualizar las razones por las que Putin invadió Ucrania.
Rusia ataca al país más pobre de Europa y se teme una confrontación con la OTAN. ¿Qué pasa?
El tema se trata con superficialidad y emotividad. Hay que ver las razones y las reiteraciones históricas en estos acontecimientos. Este no es de un problema de Rusia y Ucrania, es un problema de Rusia y la OTAN y la víctima es Ucrania. En mis clases de geopolítica digo: si a uno le va mal en el barrio se cambia, pero un Estado no puede decir ‘me caen mal los vecinos y me cambio’. Al final de la Guerra Fría, Estados Unidos planteó una estrategia para no permitir que surgiera una potencia en condiciones de poner en riesgo su hegemonía global.
Rusia tiene un antes de Putin y un después de él…
Putin logró acuerdos fundamentales: primero se repartieron los bienes del Estado, fue un gran atraco de los oligarcas rusos; en segundo lugar estaban los militares, los nacionalistas y la Iglesia. Con la suma de estas fuerzas se perpetuó en el poder y saca a Rusia de la postración en la que le dejó Boris Yeltsin. Luego la hizo la segunda potencia militar, por encima de la China. Con ese poder, comienza a reclamar acciones del lado occidental que sentía que lo ponían en el riesgo. Perder Ucrania significa que la OTAN ponga sus misiles a la puerta de Moscú. Ese es el punto crucial.
“Si Putin pensaba alejar a la OTAN de las fronteras, ahora está más cerca, más que nunca. Además, perdió a Europa como mercado para el gas, el petróleo y las materias primas, y no podrá colocarlas en otros mercados. Fue un tiro en el pie”.
Paco Moncayo
Pareciera que Putin no mide consecuencias…
Francamente, creo que Putin se equivocó de una manera tonta y radical en llevar la guerra a Ucrania, porque todas las motivaciones de su accionar se van al piso. Como dice el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, si Putin pensaba alejar a la OTAN de las fronteras, ahora está más cerca, más que nunca. Además, perdió a Europa como mercado para el gas, el petróleo y las materias primas, y no podrá colocarlas en otros mercados. Fue un tiro en el pie.
En estas guerras hay un ataque, la toma del poder y luego la administración de esos territorios. Los primeros pasos, con el poderío de Rusia, son fáciles entre comillas. El tercero no será tan fácil.
Es así. Militarmente, Rusia tiene gran poder, por mucho que Europa y Estados Unidos metan armas a Ucrania. Pero Putin sabe que no pueden intervenir. Ahí está el oportunismo de Rusia. Es predecible que Rusia se tome Kiev y cambie de autoridad, pero ¿qué pasó con Bush en la invasión a Iraq? Fácil es ganar la guerra, militarmente, pero lo que pasó luego fue terrible. Hace 20 años entraron las fuerzas americanas a Afganistán y vea cómo salieron. Los propios soviéticos entraron en Afganistán y ¿cómo terminaron? No hay memoria histórica, porque no entendemos además que donde hay gobiernos autoritarios, donde el líder manda, dispone… el Hitler, el Mussolini o el Putin, allí la sociedad civil no puede amortiguar esos impulsos.
Más si son líderes de potencias…
Sí. Esto podría llevar a una catástrofe total, si se enfrentasen la OTAN y Rusia. Ambas son potencias atómicas, ambas tienen suficiente capacidad para destruir el mundo. Tenemos un pronóstico reservado, en una guerra es muy difícil decir lo que va a pasar. En buena hora, China ha planteado que quiere jugar el papel de mediador. Es que a China le conviene, pues ha crecido con cifras extraordinarias los últimos 30 años y es segunda potencia económica mundial. Entonces, a China una guerra le crea serios problemas en su economía y a escala global también.
Demasiados intereses económicos en juego…
Rusia es una potencia militar, pero no económica. Su producto interno bruto es como el de un país mediano de Europa. Lo interesante es entender la política internacional; porque, caso contrario, nos parte el alma, se nos van las lágrimas por todo lo que vemos de la televisión, pero eso es apenas lo que sale a la superficie.
¿Hay guerra en el campo, en la economía y otros ámbitos?
Al final de la Primera Guerra Mundial, Hiram Johnson dijo: “la primera víctima de la guerra es la verdad”. Esto, que era válido entonces, hoy es supremamente importante. El mundo actual es omnidimensional. Hoy la confrontación se da, además, en el ciberespacio. El que domina el ciberespacio puede dominar las conductas de las personas. Hoy, la confrontación es global en el ciberespacio y la economía; y está focalizada militarmente en el espacio geográfico.
¿Nueva guerra del siglo XXI?
En 2021, la OTAN publicó un estudio en el que ya no se habla del espacio terrestre aéreo naval espacial cibernético, sino del espacio conductual, como ámbito de confrontación y de guerra. Siempre ha habido guerra psicológica, guerra de información, pero esto va más allá: se trata de convertir a los seres humanos en actores, en gestores activos de la tendencia que están promoviendo uno u otro bando. Este mundo está mucho más complicado que aquel de las guerras donde se resolvían los conflictos en aire, mar y tierra, a la vista de todos. Hay geopolíticos que ya han desarrollado la tesis de que los Estados van a competir geoeconómicamente, ya no militarmente. ¿Qué hacen con el intento de Irán de producir armas atómicas? Sanciones. Le matan a un país con sanciones. ¿Qué están haciendo ahora con Rusia? Sanciones, porque es una guerra geoeconómica.