Edgardo Bauza observaba una final de Copa Libertadores con su padre, Héctor, en el sillón de la sala de su casa en Granadero Baigorria. Su madre, Lady Paglioroli, se acercó a consultarles qué miraban. Respondieron que la final del torneo. Entonces ella le dijo a Edgardo: “Tranquilo nene… algún día la vas a ganar vos”.
Padre e hijo se encogieron de hombros, sonrieron, juntaron los dedos en el típico gesto argentino que implica algo así como ¿qué dices? y continuaron viendo el partido, ignorando ese vaticinio. Eso pasó hace unos 10 años, aproximadamente.
El recuerdo de su madre llegó a la mente del estratega rosarino como un relámpago el día en que ganó la Libertadores con Liga de Quito, el 2 de julio del 2008, al Fluminense brasileño. Por eso, tras el último penal atajado por José Francisco Cevallos, solo atinó a taparse el rostro y a llorar recordando a Lady ese instante sentado en la banca de suplentes.
El técnico de la ‘U’ ha celebrado momentos como pocos y ha sufrido como muchos. Pero nadie tiene la duda de que su legado en el cuadro azucena es invalorable, difícil de alcanzar o superar. Es muy probable que deje el cargo al final de esta temporada, luego de ocho años de servicio. Eso se dilucidará en esta semana, cuando brinde una conferencia de prensa para oficializar su salida del club que ahora lleva en su corazón.
Su madre falleció hace ocho años y no pudo presenciar ese momento histórico que ella pronosticó inocentemente en la carrera del estratega. Quizás lo dijo con la intención de motivarlo, como Daniel, el hermano mayor del ‘Patón’ admitió a LUNES DEPORTIVO, vía telefónica. Su tono de voz es idéntico al del entrenador. Usan las mismas expresiones.
“Mi mamá no sabía quién le respondía cuando no nos veía”, contó sonriente. Realmente es fácil confundirlos solo al escucharlos. Entre ellos hay tres años de diferencia. Edgardo tiene 56 y Daniel es el mayor con 59. No tienen más hermanos y eso los hace muy unidos, sobre todo ante las adversidades.
Su progenitor, Héctor, sí disfrutó de aquel éxito de Bauza en la Libertadores, pero murió hace tres años, justo el día del cumpleaños de su hijo, el 26 de enero. El DT debió viajar de inmediato a Rosario para el sepelio, cuando la ‘U’ presentó a su plantel 2010 ante su público en la Casa Blanca.
Hechos como estos han marcado la vida de este entrenador que se convirtió en el más exitoso en el fútbol ecuatoriano al frente de los universitarios. Conquistó dos títulos locales y dos internacionales. Hoy es un ícono en la historia del cuadro universitario, pero su ciclo está por concluir.
Un amante de los retos
Luis Soler, actual técnico de Barcelona, es uno de los que ha tenido que padecer las estrategias de Bauza en el Campeonato Nacional. Ahora, ambos son buenos amigos y comparten momentos amenos cada vez que tienen tiempo.
“Es muy difícil descifrar sus planteamientos tácticos”, refiere Soler, quien lo enfrentó por primera vez cuando dirigía al Deportivo Cuenca en el 2010. Pero para llegar a ese punto de complejidad para los adversarios, Bauza atravesó problemas que superó con perseverancia, constancia y con el respaldo de la directiva de Liga, un punto vital en su continuidad.
Las líneas de expresión en su rostro se marcaron más y más con el paso de los años, el DT también fue marcando el camino hacia el éxito. Encontró el equipo ideal, afinó su estilo y se volvió imparable, indescifrable para los rivales, sobre todo en la Casa Blanca.
El resultado de su trabajo se evidenció al final del 2007, con la consecución de su primer campeonato local. Allí, con su juego arrasador empezó a enamorar a los seguidores azucenas. A su vez, Ecuador también empezó a seducir a este estratega que hoy tiene un hijo nacido en este país hace apenas 15 días, llamado Nicolás.
La otra pasión de Bauza, además de las estrategias, es la tecnología y la sistematización. Revolucionó al equipo con los exhaustivos análisis en video de los rivales. Empezó a recopilar datos de sus dirigidos y de los adversarios para procesarlos en computadora. Pases, centros, despejes, etc., todos esos detalles aún los tiene presentes a la hora de examinar a sus rivales de turno.
Pero cuando está fuera de la cancha y en confianza con amigos, los temas de conversaciones giran en torno a otros matices. Habla de “política, la familia y de la vida”, detalló Soler, con quien suele reunirse en los momentos posibles a tomarse un café o un mate, la tradicional bebida argentina.
Esa amistad se reflejó cuando Soler abandonó al ‘Expreso Austral’, el año pasado. A pesar de que era un tema ajeno, Bauza salió en su defensa y aseguró que “es un buen profesional” y que esa condición le garantizaría encontrar “rápidamente” otro trabajo. Ahora su amigo comanda al Barcelona guayaquileño.
Ese trabajo y carácter generaron admiración en su natal Rosario y más en Granadero Baigorria. Así lo reconoce su coterráneo, Salvador Capitano, ex-DT de Emelec y Barcelona. “Fue el entrenador justo para Liga, como hecho a la medida. Todavía tiene cosas para dar”, sostuvo vía telefónica.
En la mente de Capitano aún están frescos los inicios de Bauza en el fútbol. Ambos se enfrentaron en las categorías juveniles en la Asociación de Fútbol de Rosario. Actualmente no son íntimos amigos como lo es con Soler, pero el ‘Toto’ no esconde su admiración. De hecho, lo eleva al nivel exitoso de otros estrategas de esa localidad como César Luis Menotti, Jorge ‘Indio’ Solari, Gerardo Martino, Carlos Timoteo Griguol, Marcelo Bielsa, Jorge Sampaoli… “Solo le falta dirigir a una Selección para confirmar su grandeza. En clubes ya lo demostró todo”, precisó.
Su segundo momento de éxito a escala local se dio en el 2010, cuando ganó nuevamente el título. Su vocación ofensiva le permitió levantar la copa por primera vez en la historia alba en el estadio George Capwell.
El futbolista y maestro
Edgardo Bauza siempre ha estado ligado al mundo del fútbol desde su infancia. Su padre fue campeón en Tercera División defendiendo la blusa del Rosario Central, el gran amor del ‘Patón’.
En esa faceta, uno de los personajes que dejó huella en su formación fue el ‘Indio’ Solari, quien le echó el ojo “por su porte y técnica”. Se lo llevó de Rosario a Barranquilla (Colombia) para triunfar en el Júnior. “Era corpulento, gambeteador y definidor a pesar de que era defensa”, recordó el también exentrenador del Barcelona porteño.
Solari fundó la academia Renato Cesarini, en la cual Bauza participó en las clínicas de fútbol, enseñando sus conocimientos. Por eso, “seguro dejará enseñanzas en Liga de Quito porque es su manera de ser”, considera su compatriota.
En las clases demostró su facilidad de palabra y elocuencia. Además es un personaje paciente y escucha con atención a sus pupilos. Así lo aprendió él cuando cometió un error en sus inicios.
Una vez fue sorprendido con un compañero fumando un cigarrillo a escondidas. Pancho Arauz, un colaborador de entonces en Rosario Central, lo reprendió y Bauza se disculpó. Desde entonces y durante su formación fue un jugador de buena conducta. Se convirtió en el cuarto goleador histórico del mundo como defensor, con 108 conquistas en 499 partidos.
Cuando asumió el cargo de técnico, Bauza había cumplido procesos formativos con chicos durante nueve años (de 1992 a 2001), hasta que llegó a un punto alto con su querido Rosario Central, llevándolo a la semifinal de la Copa Libertadores con jóvenes talentos como base. Pero, quedó eliminado a manos del mexicano Cruz Azul.
Entonces, llegar a una nueva instancia decisiva del máximo torneo regional de clubes se volvió un anhelo para el ‘Patón’. En Liga de Quito conformó a un equipo potente, veloz, dinámico y contundente. Él pidió a Claudio Bieler, Norberto Araujo, Enrique Vera y a Damián Manso, los foráneos que sostuvieron la campaña universitaria hasta la final en el 2008. Entre los nacionales potenció el trabajo ofensivo de Luis Bolaños y de Joffre Guerrón, además de que pulió la labor defensiva de Jayro Campos.
Así alcanzó la fama Bauza, un técnico de origen humilde. Nació en Granadero Baigorria, un poblado cercano a Rosario con 30 000 habitantes y cuyas actividades comerciales son la agricultura y la ganadería.
“Seguro algo de lo que aprendió acá (en la academia Renato Cesarini y en Rosario) le quedó y por eso triunfó en Ecuador”, bromeó Solari. Cuando se encuentran, además de recordar ‘viejos’ tiempos disfrutan momentos de distracción en los casinos, otra de las pasiones de Bauza, quien también visitaba esos centros de diversión cuando existían en Quito, en compañía de sus amigos. Tomar un expreso en las cafeterías de la avenida República de El Salvador es otro de sus entretenimientos.
Es un DT autodidacta
Una de las fortalezas el entrenador de Liga es su gusto por la actualización, por estar enterado de las nuevas estrategias. Esta es una virtud que adquirió desde cuando dio sus primeros pasos en la dirección técnica hasta la actualidad.
Mientras empezó su carrera con las categorías menores en Rosario Central, estuvo dos meses en Europa adquiriendo conocimientos. Volvió y “generó una revolución”, como lo catalogó su mejor amigo, Gustavo Cassissa.
Esa costumbre la mantiene hasta ahora. Pero su momento cumbre fue la experiencia que vivió en el Mundial de Clubes, torneo en el cual alcanzó una histórica final ante el entonces poderoso Manchester United inglés, del portugués Cristiano Ronaldo.
Liga de Quito se codeó con la élite del fútbol mundial y perdió 1-0 ante los ingleses. En Rosario, Cassissa estuvo pendiente de ese encuentro. “Me alegra muchísimo ver triunfar a mi amigo. Ese recorrido le ha permitido utilizar varios sistemas de juego y adaptar a los integrantes del plantel. Ese año (2008) encontró el planteamiento ideal”, se congratuló su amigo.
Esos recuerdos afloran cuando se encuentran en el centro de Rosario. Cassissa posee una agencia de loterías. Allí almuerzan y echan una manito de juego de naipes, otro de los vicios de Edgardo.
Cassissa nunca lo llamó ‘Patón’ como el resto de sus amigos. Él fue más allá y lo apodó ‘Van Gaal’, como el entrenador holandés Louis Van Gaal. “Es que el holandés fue otro revolucionario del fútbol. Y Bauza siempre propuso el fútbol en el área visitante con todos sus equipos”, argumentó.
Los elogios son mayores, porque para Cassissa, en Rosario Central solo hubo dos ídolos: Mario Alberto Kempes y Edgardo Bauza. Y así lo reconocen en la provincia de Santa Fe, en Buenos Aires, en toda Argentina, como admite el periodista de Granadero Baigorria, Guillermo Ferreti, de diario El Ciudadano.
Mientras que dentro de la anecdótico, por poco y Ecuador se queda sin la presencia de este entrenador. Cuando era niño, se fue a clases junto con su hermano Daniel como cada mañana, desde Granadero Baigorria hasta Rosario (de Tumbaco a Quito para establecer un comparativo).
Al volver, el mayor de los Bauza se olvidó del menor en el colegio Dante Alighieri. Sus padres se preocuparon porque ‘Patón’ no aparecía. Por suerte para esta familia, un taxista lo llevó de vuelta.
Así Liga pudo disfrutar sus éxitos, que contemplan una Recopa Sudamericana ganada en el 2010 y otro amigos que ganó en el país que lo acogió desde el 2006.
En el torneo nacional consiguió dos campeonatos
En el 2007. Edgardo Bauza celebra con sus pupilos la consecución del noveno título en la Casa Blanca, ante su público.
En el 2010. La ‘U’ conquistó su décima corona ante Emelec en el estadio Capwell. El DT Bauza felicitó a Walter Calderón.
Internacionalmente Liga fue un rey en Sudamérica
En el 2008. Liga ganó la final de la Copa Libertadores ante Fluminense en Brasil. Aquí, el DT se reniega de una decisión arbitral.
En el 2008. Los albos llegaron a la final del Mundial de Clubes ante el Mannchester United. Araujo (der.), Calle (3) y Campos (23).
En el 2010. La consecución de la Recopa Sudamericana, el cuarto as dorado. Venció en la final a Estudiantes de La Plata.