Un angustiado pasajero hace cálculos en voz alta. “Si salgo (del Terminal Terrestre de Guayaquil) a las 14:00, llego a Salinas máximo a las 15:50. Con las justas, pero a tiempo para ver el partido (que arranca a las 16:00 de hoy, 11 de octubre) en casa de mi primo”, concluye aliviado Diego Vargas.
A otros turistas, en cambio, el partido entre las selecciones de Ecuador y Uruguay, los pillará en el trayecto de los viajes que realizarán para sacarle provecho al feriado. Hugo Vélez, quien expende boletos en la ventanilla de la cooperativa Touris San Francisco Oriental, explica que los buses de esta compañía –que realiza viajes a Baños (Tungurahua) y Puyo (Pastaza)- tienen televisores integrados.
Sin embargo, advirtió que la señal televisiva sólo se conectará en ciertos tramos del camino. “En el páramo, en el trayecto desde Pallatanga a Riobamba, se va a perder la señal. Lo mismo con la (señal de) radio”, explica Vélez con conocimiento, pues lleva ocho años trabajando en esta cooperativa. El bus sale a las 12:40 en dirección a Baños (7 horas) y luego a Puyo (8 horas). Inevitablemente el viaje se cruza con la hora del partido.
Dos cooperativas de transportes tienen wi-fi incorporado en sus buses. Una de ellas es Transportes Cruz del Sur Internacional (que realiza viajes a Máncora, Trujillo y Lima) y la otra es la Cooperativa Reina del Camino (que ofrece movilización a Manabí).
Los buses de dos pisos que se dirigen a Lima, que cuentan con camas, salen a las 14:00. El viaje demora 26 horas, por lo que los 52 pasajeros que ya compraron sus pasajes en Transportes Cruz del Sur Internacional, estarán recostados en el vehículo mientras los seleccionados ecuatorianos sudan la clasificación. Según Joffre Espinosa, vendedor de boletos de esta cooperativa, los usuarios que lleven sus tablets o laptops podrán ver el partido en el trayecto a través de Internet y sin interrupciones.
Diego Caicedo, quien viaja con destino a Portoviejo, realizaba esta mañana las últimas gestiones antes de tomar el bus de Cooperativa Reina del Camino. La maleta ya estaba lista, el pasaje comprado. Sentado en una de las bancas del Terminal Terrestre de Guayaquil, preguntaba a través de las redes sociales a sus amigos qué página web transmitirá el partido para presenciarlo por internet mientras viaja.