Desde hace 16 años, cinco hermanos de la familia Espinoza se ubicaron a lo largo de la vía Santo Domingo – Quevedo, en el occidente de Ecuador, para vender las fritadas, cocidas a base de leña.
Según Marcia Espinoza, propietaria del local fritadas Guadalupe en el km 7, el negocio nació por la necesidad. “Al graduarme del colegio yo quería estudiar la carrera de turismo en alguna universidad de Quito, pero como mis padres no tenían posibilidades me vi en la obligación de buscar trabajo.”
Al no encontrar empleo le surgió la idea de ponerse a vender fritada al filo de la carretera y ese fue un gran acierto. Esto lo aprendió de su madre Mariana de Jesús Jiménez, quien era oriunda de Guaranda.
“Mi madre siempre mataba chanchos una vez por mes para comer en familia; fue una tradición de nuestra casa”.
Espinoza dice que desde el inicio fue un gran negocio, que la gente siempre llegaba y se iba satisfecha. “Como trabajamos en familia y en el local no había suficiente espacio mis hermanos poco a poco se fueron independizando y poniendo otros locales ofertando lo mismo”.
“La verdad es que en la familia estamos contentos con el trabajo, cada vez hay más gente que nos visita y todos tenemos clientes”.
Según Espinoza, entre sábado y domingo llegan a su local un promedio de 800 clientes y para atender a todos debe tener un promedio de 8 chanchos cada fin de semana.
Los platos son preparados con mote, papa y maduro y fritada. Un plato cuesta USD 3,50, pero además se ofertan mini parrilladas, que cuestan USD 12.
Estas llevan carne, fritada, chorizo, papa , mote y maduro.
La familia tiene seis locales en esa vía, pero hay otros más como el local de las Fritadas Marianitas, ubicado en el kilómetro 12 de esa misma arteria.