El árbitro central del partido entre Deportivo Azogues y Grecia de Chone, Juan Pablo Bravo, relató a Grupo El COMERCIO lo sucedido el sábado 9 de noviembre tras el empate sin goles que se registró en el estadio Jorge Andrade Cantos. Todo ocurrió en la puerta de salida del sector de preferencia del escenario azogueño.
La terna arbitral, que se completa con Ati Pincay, Roberto Flores y Wellington Arauz, salió del estadio una hora y media después del cotejo válido por la décima novena de la Serie B. Al abrir la puerta, relata Bravo, “nos encontramos con un grupo de hinchas del Deportivo Azogues. Vinieron, nos insultaron, se armaron de una escoba y un palo y nos agredieron”.
El referí confiesa que, como es natural, nos defendimos y “nos pusimos a pelear porque era la única forma de defendernos”. Él calcula que fueron entre seis y nueves personas. El más afectado fue Arauz (cuarto juez), a quien le “patearon en el piso, le golpearon con la escoba y le abrieron la cabeza”.
A verlo con el rostro lleno de sangre, optaron por seguir defendiéndose y lograron entrar al estadio. Bravo llamó de su celular a la Policía Nacional para que los resguardara y se hizo presente 10 minutos después. Hasta tanto, los agresores huyeron en un vehículo Chevrolet color blanco, según los testigos.
La Policía Nacional les acercó a la mitad del recorrido con destino a Cuenca y allí los árbitros elaboraron el alcance del informe. Llegaron a un centro hospitalario de la capital azuaya para que sea curado Arauz. Bravo insiste que su compañero resultó el más golpeado y que se defendieron “a puño limpio y patada”.
Freddy Dután, presidente de la Comisión de Fútbol del Deportivo Azogues, lamentó lo sucedido y aclaró que la agresión se dio después de concluida la programación deportiva, fuera del estadio. Ante una posible sanción similar a la que recibió Pilahuín Tío, el directivo adelantó que no hay ningún tipo de comparación.
Lo que sucedió en Ibarra “fueron hechos que sucedieron durante el partido, con la invasión de la cancha por parte de aficionados, se habló incluso que habían directivos inmiscuidos”. En el caso del Azogues “no hubo ningún incidente” y es más, el partido fue trasmitido por una televisora a escala nacional.
Dután contó que ya se presentó una denuncia en la Fiscalía de Azogues en contra de los agresores aún no identificados. La dirigencia azogueño estará este martes 12 de noviembre en la Ecuafútbol para presentar sus argumentos de lo ocurrido. La Fiscalía solicitará un examen médico para determinar la gravedad de las lesiones de árbitros. De acuerdo a las expresiones de Dután, la Policía los quiso trasladar al hospital y ellos (los réferis) se negaron, “no quisieron que se los asista un médico”.