En el minuto 44′, el volante chulla Édison Vega cayó al piso y tuvo que ser asistido por sus propios compañeros porque en el estadio Monumental. El Deportivo Quito no tuvo cuerpo médico, por la crisis económica que atraviesa.
De detalles como estos se aprovechó el Barcelona para derrotar 2-1 a su rival, a fecha seguida, que antes del compromiso llegó golpeado en el bolsillo y en la moral, tras el abandono de sus directivos, encabezados por el renunciante presidente Fernando Mantilla.
Los dirigidos por el técnico Rubén Insúa saltaron a la cancha sin sus salarios al día, pero con la idea de intentar lograr un buen resultado que alivie en algo la difícil situación que atraviesa el plantel y la institución.
Los chullas apenas pudieron convertir un gol en el minuto 80, por intermedio de su goleador Federico Nieto. Antes, Máximo Banguera cometió una falta penal a Jorge Guagua.
El cuadro porteño tuvo en Michael Arroyo a su figura. ‘Gambetita’ fue el coautor del gol (39′) del colombiano Wilder Medina, quien durante la semana se quejó de sueldos impagos.
Cuando los chullas controlaban el balón y atacaban de contragolpe mediante Álex Colón y el recién ingresado David Quiroz, nuevamente Michael Arroyo anotó el segundo tanto (63′) a su exequipo, ante la mirada triste de Insúa, que apenas exigió a sus dirigidos.
“Estoy conforme con el rendimiento del equipo. Pienso que en condiciones normales fuera otra cosa. Agradezco a mis jugadores por la entrega y espíritu de lucha”, dijo el técnico del cuadro capitalino, al final del encuentro.
Esta semana deberá conocerse quién reemplazará a Mantilla en la presidencia azulgrana.