Didier Deschamps, entrenador de la selección de Francia, durante una rueda de prensa en París. Foto: AFP
.log-gg{
width:20%;
}
.log-gg img{
padding-right: 10px;
}
La selección francesa buscará en Brasil lavar su deplorable imagen de Sudáfrica-2010 y cuenta con el aura de su seleccionador, Didier Deschamps, uno de los líderes de la generación del 98, para volver a situarse entre las potencias mundiales.
Francia, como siempre, cuenta con un grupo de muy buenos jugadores a nivel individual, muchos de ellos figuras en algunos de los equipos punteros de Europa, pero desde hace años la selección gala no se ha comportado como un equipo, e incluso sus jugadores han ocasionado episodios lamentables.
Hace cuatro años, en Sudáfrica, Francia quedó avergonzada por el espectáculo dado por sus jugadores, que se negaron a entrenarse como protesta por la expulsión de Nicolas Anelka, que había insultado al entonces seleccionador Raymond Domenech.
La eliminación en primera ronda en aquel Mundial fue lo de menos, ante la imagen que un grupo de “ niños consentidos ” habían dado de Francia.
Deschamps y sus hombres tendrán, cuatro años después, la oportunidad en Brasil de lavar la imagen de Sudáfrica y para ello cuentan con un sorteo favorable.
Francia se clasificó con dificultades en el repechaje europeo (perdió 2-0 en Ucrania y ganó 3-0 en París) y era el peor clasificado de todos los países europeos en el ránking mundial, por lo que hubiese podido estar en el bombo de los equipos africanos, más Chile y Ecuador.
Finalmente la FIFA decidió realizar un sorteo para ver qué equipo europeo estaría en ese bombo (al final fue Italia) y Francia quedó encuadrada en el grupo E, junto a Suiza, Ecuador y Honduras.
Por historial y calidad, Francia no debería tener problemas para acabar primera de esa llave, con lo que en octavos debería cruzarse con el segundo del grupo F, que debería ser Bosnia o Nigeria, si se tiene en cuenta que Argentina es la gran favorita de ese grupo y que Irán tiene pocas posibilidades de clasificarse.
Es decir, Francia podría clasificarse para los cuartos de final sin haberse enfrentado a ninguna de las selecciones punteras del panorama futbolístico.
Deschamps y el espíritu del 98
Al frente de la nave gala estará Didier Deschamps, capitán de la selección francesa que ganó el título en 1998, el único Mundial del fútbol francés.
Sin la calidad de otros de sus compañeros, como Zinedine Zidane o Youri Djorkaeff, Deschamps destacaba por sus dotes de mando, su liderazgo y su capacidad de trabajo, unas cualidades que los dirigentes del fútbol francés consideraron adecuadas para devolver a la selección el espíritu del 98.
Tras un exitoso paso por varios equipos (Mónaco, Juventus y Marsella) , el técnico francés tendrá en Brasil una auténtica reválida, teniendo en cuenta además que Francia será la sede dentro de dos años de la Eurocopa.
Ribery lidera un grupo joven
Poco a poco, Deschamps ha ido dando entrada a savia nueva en el combinado francés, como los centrocampistas Blaise Matuidi o Paul Pogba, llamado a ser uno de los mejores en el futuro, o al delantero de la Real Sociedad Antoine Griezmann, aunque el líder sigue siendo Franck Ribery, que hoy, viernes 6 de junio, quedó fuera de la selección de ese país.
El extremo del Bayern Múnich completó un año 2013 fantástico, el mejor de su carrera. Logró el triplete con su equipo (Champions, Bundesliga y Copa alemana) siendo uno de los líderes del Bayern y ayudó a la clasificación de Francia para Brasil-2014, en un complicado repechaje contra Ucrania (0-2 y 3-0) .
Obtuvo reconocimiento a su gran año siendo tercero en el pasado Balón de Oro, tras el portugués Cristiano Ronaldo y el argentino Lionel Messi, pero esta temporada no ha sido tan positiva para Ribery por las lesiones.
Tras el fracaso de Sudáfrica, donde fue considerado uno de los caciques del grupo, tendría además la ocasión en Brasil para volver a colocarse entre los mejores del mundo.
Para secundar a Ribery estará Karim Benzema, mucho menos goleador con la selección que con el Real Madrid, pero de un jugador de su calidad siempre se puede esperar lo máximo si se dan las condiciones adecuadas.