Las imágenes son recurrentes a las de todos los feriados. Largas caravanas de autos en las carreteras y viajeros de regreso a sus ciudades fue el rostro que tuvo el país ayer, luego de los cinco días de descanso por las festividades de Fin de Año.
En Esmeraldas, provincia a la que visitaron 30 000 turistas, el retorno tuvo contratiempos. Los que arribaron en transporte público tuvieron que hacer trasbordos para regresar a sus ciudades.
En el terminal terrestre hubo una demanda de hasta el 120% de pasajes con destino hacia Santo Domingo de los Tsáchilas, sobre todo de pasajeros provenientes de Quito, Ambato, Ibarra y Riobamba, dijo el dirigente de los transportistas, Geomar Gruezo.
Estos turistas planeaban comprar otros boletos en la capital tsáchila para así volver a sus destinos, agregó Gruezo. El inconveniente se originó, principalmente, porque cientos de visitantes compraron con anticipación sus pasajes y saturaron la demanda de cupos en las líneas interproviciales.
El éxodo se registró a partir de las 14:30. Cientos de vehículos hacían largas colas desde la salida de Atacames para abandonar la provincia. La Policía de Tránsito ejecutó un operativo con 120 uniformados para controlar el flujo.
En las playas y ciudades turísticas de Manabí se vivieron momentos parecidos con una diferencia: el retorno comenzó mucho más temprano: desde las 04:00 de ayer.
Los madrugadores fueron quienes no encontraron pasajes para después del mediodía, comentó Fabián Zambrano, controlador de un autobús de Reina del Camino. Los 10 turnos en la ruta Manta-Guayaquil estaban copados.
En Flota Imbabura, los 240 asientos de 6 unidades de la ruta Manta-Quito fueron vendidos con 15 días de anticipación. Lo mismo sucedió en cuatro cooperativas interprovinciales más que realizan las rutas a Quito y Guayaquil.
El Austro tuvo esa tónica. El retorno de los cuencanos que pasaron este feriado en las playas de El Oro, Guayas y Santa Elena se inició al mediodía de ayer. Por ello, se cumplieron operativos por parte de los agentes civiles de Tránsito en los sectores de Chaulluabamba, El Cajas y Tarqui. Allí, se realizaron controles de documentos y pruebas de alcoholemia.
Según Mónica Flores, de la agencia de viajes Corpoviaje, otros azuayos prefirieron visitar las hosterías de los cantones de Gualaceo, Paute y del Valle de Yunguilla.
En el aeropuerto Mariscal La Mar de Cuenca, la mayoría de pasajeros voló en la ruta Cuenca-Quito-Cuenca. En cambio, en la terminal terrestre la mayor cantidad de usuarios arribó de la Costa.
El panorama en Guayas y Santa Elena fue disparejo. La estadía en los balnearios de General Villamil Playas (Guayas) y Salinas (Santa Elena) no fue totalmente placentero para los turistas. Muchos, como Geoconda Barrera, coincidieron en que hubo pocas actividades preparadas para la ocasión.
Según la Cámara de Turismo de Playas, la afluencia de personas en el cantón fue mínima. Para Ottón Arboleda, presidente del organismo, esto se debe a que el feriado fue largo y los turistas prefirieron ir a otros sitios más lejanos.
Muchos visitantes regresaron en las primeras horas de ayer, para evitar congestionamientos vehiculares. La fluidez del tránsito fue una nota grata. El guayaquileño Manuel Defas regresó de Playas y se admiró porque no tuvo que hacer fila, para subir al bus.
Según Jénnifer Medina, subinspectora II de la Comisión de Transito del Ecuador (CTE), el retorno de los turistas a Guayaquil fue lento. Hasta el mediodía, 14 000 autos volvieron a la ciudad, contando desde el pasado 30 de diciembre. Sin embargo, esto era poco en comparación con el año pasado. En el mismo período, la entidad registró 25 000.
Según la planificación del Comando de la Zona de Policía No. 8, en la seguridad participaron 3 500 uniformados.
Largas filas de viajeros se mezclaban en la Terminal Terrestre de Ambato ayer, desde las 13:00. Los destinos como Guayaquil, Quito, Riobamba, Latacunga Puyo y Tena eran los más solicitados.
Las columnas alcanzaban hasta dos cuadras en la estación ambateña. Por eso, se solicitó que cada cinco minutos salga un bus con destino a Quito. Mientras que para las otras ciudades se despachaba cada 10 o 15 minutos. Los buses que llegaban de otras provincias también lo hacían repletos.