Y el fútbol ecuatoriano volvió a fallar en la definición. España y Francia fueron superados en aptitud física y corazón, por nuestros jugadores sub20, pero otra vez, fallamos en la definición, demostrando un desequilibrio emocional en instantes finales. Hay comentaristas que justifican diciendo que tienen que madurar, y otros que satisfacen su ego, diciendo: “Yo dije que fue gol en offside” pero la realidad, otra vez queda al descubierto y no hay más ciego que el que no quiere ver la falta de formación integral y sistémica en la educación de nuestra juventud. Y ahora, esta Selección sub20 pierde la ilusión frente a la ansiedad no controlada, incrementada también, por algunos seudoempresarios que solo les interesa el dinero. Dirigentes deportivos, líderes de la educación de nuestro país, ya es hora que contribuyan para lograr el cambio hacia una educación sistémica e integral para nuestra juventud.