Matriculé a mi hija en el Liceo Naval de Quito para el año lectivo 2010-2011 confiado en el postulado del señor Presidente de que la educación ya es de todos y los colegios militares pasarían al Estado y ya no cobrarían pensiones. Haciendo un esfuerzo económico pagué las pensiones hasta el mes de marzo, en esta fecha, específicamente el 30 de marzo se publicó la Nueva Ley de Educación en el Registro Oficial, a pesar de esto se nos sigue cobrando y las autoridades callan .
Con apenas cuatro años y medio mi nena ya siente los sinsabores de la desigualdad social, ya que no le permitirán rendir los exámenes finales si no se paga la pensión hasta el mes de junio violentando incluso sus derechos amparados en el Código de la Niñez. Yo sé que quitar los privilegios, en este caso a los militares será difícil, como lo fue en su momento al hoy tan recordado y nombrado General Eloy Alfaro en 1900 cuando quitó a la iglesia el monopolio de la educación. Sin embargo, todavía espero que alguna autoridad o algún medio tome cartas en el asunto. Ojalá mi hija no termine graduándose antes.