Hace días me participaron algunos distribuidores de gas, que había la intención por parte de empresas comercializadoras de este combustible y de distribuidores mayoristas de estas, que operan los denominados centros de acopio, de incrementar los precios de facturación a aquellos distribuidores menores, propietarios de pequeñas bodegas barriales y camionetas de reparto domiciliario.
Desde el punto de vista legal, tal despropósito era inconcebible, tanto así que el Director encargado de la Agencia de Regulación y Control Hidrocaburífero, ARCH, advierte y amenaza con duras sanciones, aquellas que constan en la ley, en el evento que se produjera semejante irregularidad. No obstante, en reunión cumplida en esa misma dependencia el 11 de octubre, por la mañana, con asistencia del Intendente de Policía, se habría solicitado por parte de las “autoridades de control” a los distribuidores menores, acepten tales incrementos (de USD 1,41 a 1,50 por cilindro) para favorecer a estas empresas comercializadoras oligopólicas y a sus distribuidores mayoristas, a cambio de permitir el aumento del precio de venta a los consumidores que soliciten atención en sus domicilios, porque ese precio no está regulado.
En realidad me resisto a creer semejante despropósito. ¿Qué hubo? ¿Por qué ese cambio repentino de 720 grados?… vaya usteda saber…