Los márgenes del seleccionado argentino se achican a medida que se acerca el trascendental partido frente a Costa Rica, que hoy, en Córdoba, decidirá su suerte en la Copa América.
Las calles se angostan y, al final, terminan en un sentido único: el futbolístico. Poco a poco, empiezan a acallarse los ecos de todo aquello que rodea la esencia del juego. Que las discusiones puertas adentro, que los estados de ánimo, que las especulaciones, que los reproches… En definitiva, cada aspecto fluye para conseguir la clasificación para los cuartos de final.
En síntesis, se apunta, como se pregonó en principio, acaso desde el comienzo mismo del ciclo de Sergio Batista, en un conjunto formado alrededor de un satélite único, Lionel Messi.
Hacia ahí apuntan las modificaciones que haría el ‘Checho’ Batista después del conflictivo 0-0 con Colombia. Messi, aquel que se mostró abatido y apesadumbrado después de dos partidos sin triunfos y los reproches de la gente, tendrá otros socios en la ofensiva.
Se intuía en las últimas horas. Y se ratificó con la práctica del sábado, en Ezeiza. ‘Checho’ busca jugadores funcionales al proyecto. Intenta que aquello que se ve en los entrenamientos se concrete en los partidos oficiales. Busca, aunque no lo admitirá, rasgos de mayor disciplina táctica. Da toda la impresión de que se ganaron un lugar en el circuito Sergio Agüero y Ángel Di María, con los que ‘Leo’ ganó los Juegos Olímpicos de Pekín. Con el ‘Kun’, además, se consagró en el Mundial Sub 20 de Canadá. Los conoce. Y muy bien.
Batista reparte otras piezas. Admitió la falta de un número 9 de área y apareció Gonzalo Higuaín. Y la duda en la parte defensiva del medio campo se desvaneció con Fernando Gago, de buen toque, que podrá acoplarse al engranaje de la circulación. No estaría Esteban Cambiasso, que aún no encontró su mejor forma física, pese a que es con quien ‘Leo’ había logrado un buen entendimiento. También saldrían Ezequiel Lavezzi, Carlos Tévez y Ever Banega.
Otro dato: de confirmarse la alineación, Argentina tendrá a siete titulares de la recordada final olímpica en Pekín, frente a Nigeria, al que venció 1-0: Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Gago, Javier Mascherano, Agüero, Messi y Di María, autor del gol.
Julio Grondona, presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) hace rato que insiste en aquel concepto.
En cada frase lo repite. Incluso, lo había subrayado en el primer compromiso de Argentina tras el Mundial de Sudáfrica, en un amistoso frente a Irlanda, en Dublín, con Batista aún como entrenador interino.
Ya por entonces el mandamás de la AFA quería una formación alrededor de Messi. Lo definía con una frase: “Hay que hacer lo mismo que con Maradona en (el Mundial) México 1986”. Hacia allí empieza a encarrilarse Argentina. Por lo menos, lo intenta. Su última oportunidad de reivindicarse con su público es contra Costa Rica.
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