Ha conmovido el fallecimiento del señor Francisco Espinosa, de quien se sabe ha sido un distinguido empresario, hombre honesto y de positiva calidad humana; hecho del cual la opinión pública está altamente preocupada. Casos como este, de eliminación de seres humanos por parte de malhechores, ya son pan de cada día; la vida ya poco o nada vale, pues estamos acosados diariamente por la delincuencia cada vez más feroz y desalmada o porque a alguien le caímos mal y nos manda a eliminar pagando unas cuantas monedas a quien se encargue de ello, y punto. Se ha llegado a una etapa atroz en el Ecuador, nunca antes vista, por falta de decisión de las autoridades en combatir el hampa. De esto no nos engañemos; al Gobierno no le interesa combatir el mal en absoluto, le interesa únicamente acumular poder y nada más. De tal suerte que vivimos ya la época de “sálvese quien pueda”; las “marchas blancas” son simplemente un saludo a la bandera; el Gobierno se burla y se ríe de ellas evidentemente. Quizá quepa actuar con mucha mayor firmeza para que el Régimen cambie en este y otros temas; cosa desde luego muy difícil. Así que, ¿seguimos siendo masoquistas? Creo que vale al menos en algo “cabrearse”.