Al cumplirse un mes del sensible deceso de Rodrigo Paz, deseo rendirle un afectuoso homenaje de gratitud y amistad.
Tuve la fortuna de conocerlo allá por los primeros años de la década de los cincuenta, cuando ambos éramos estudiantes y él empezó su exitosa carrera como dirigente de Liga Deportiva Universitaria. Se cumplen ya 74 años que soy hincha de LDU y he sido fiel testigo de la manera como Rodrigo fue entregándose sin fatiga a nuestro querido club. Bajo su égida, Liga logró alcanzar varios campeonatos nacionales, un subcampeonato mundial de clubes y 4 copas internacionales: una Copa Sudamericana, dos Recopas y especialmente la Copa Libertadores de América que ladisfrutamos juntos en el Maracaná de Río de Janeiro, en julio de 2008, consagrando a Liga como el equipo más ganador y grande del Ecuador y como uno de los mejores en el concierto americano. No está por de más recordar que, gracias a su dinamismo, clara visión, inmaculada honestidad, desinterés y prestigio consiguió la construcción del hermoso estadio que con justicia lleva su nombre; así como la consolidación de uno de los country clubs más prestigiosos de Latinoamérica y el establecimiento del Colegio de Liga.
Gracias, Rodrigo, por todas las satisfacciones que les brindaste a Liga, a sus hinchas y al Ecuador. Va para ti un cariñoso recuerdo, por tu amistad noble, sincera, sencilla, leal y bondadosa.