Aunque Alfredo Palacio era un sincero crítico del venezolano Hugo Chávez, su gobierno no dudó en hacer aparentes acercamientos a Venezuela con el fin de conseguir favores de los Estados Unidos.
Esto se desprende de al menos dos cables del Departamento de Estado que han sido filtrados por Wikileaks a EL COMERCIO.
Así como en el cable 37968 (ver compartida) se describe cómo Palacio, en una reunión con funcionarios de la Embajada, dio a entender que si el Ecuador no recibía ayuda de los EE.UU. para acercarse al Fondo Monetario Internacional tendría que aceptar ofertas financieras de Chávez. En otro cable se evidencia cómo una aparatosa visita de Chávez al Ecuador fue interpretada por la diplomacia estadounidense como una forma del Ecuador para “llamar la atención” de los EE.UU. En este caso con el fin de evitar que los EE.UU. tomen medidas ante la decisión ecuatoriana de echar del país a la petrolera Occidental, so pena de un acercamiento a Venezuela.
En efecto, el cable 66127 habla sobre la visita que Chávez hizo al Ecuador el 30 de mayo del 2006.
La embajadora Kristie Kenney dijo entonces que “consideramos que la visita de Chávez fue una clara señal de que el Gobierno del Ecuador se resistirá por todos los medios a cualquier retaliación de los EE.UU. por la decisión ecuatoriana de confiscarse los bienes de la Occidental Petroleum”.
Más adelante dice que “con este Gobierno transitorio, de salida, enfocado en justificar en lugar de corregir sus errores, la respuesta del Gobierno de los EE.UU. necesita sopesar las reacciones imprevisibles de Palacio y maximizar las posibilidades de que el Gobierno que sea elegido en octubre pueda arreglar el desorden que deja Palacio”.
Declaraciones previas de funcionarios ecuatorianos permitieron a la Embajada de los EE.UU. establecer que el viaje de Chávez fue por pedido suyo y aceptado bajo la condición de que se trate de una visita técnica y no política.
Durante su visita, Chávez promocionó su oferta de construir una refinería para el Ecuador, lo cual, dice el cable, fue bien visto por muchos líderes de opinión que pensaron que el Ecuador debía adoptar una posición pragmática frente a Venezuela y aceptar sus ofertas de ayuda.
Un alto funcionario de la Cancillería ecuatoriana comentó a la Embajada que la visita de Chávez no representaba ningún alineamiento del Ecuador conVenezuela, pero que para el país era imposible aislarse de Chávez, porque el país defiende la integración sudamericana.