En medio de la avalancha de acusaciones de lado y lado entre los asambleístas de la bancada oficialista y de la oposición en el ámbito de la elección de nuevas dignidades para el Poder Legislativo, he escuchado en los medios de comunicación, que el grupo de Alianza País ofrece trabajar prioritariamente en el nuevo período que inicia, en leyes inherentes al quehacer agropecuario, tales como la Ley de Tierras y la Ley de Recursos Hídricos. Espero sinceramente como ecuatoriano y como agricultor que la tarea legislativa sobre temas del campo no sea usada, una vez más, como una moneda de cambio para atraer votos de otros sectores de la Asamblea Nacional. Ojalá los asambleístas de todos los sectores políticos representados en el Órgano Legislativo entiendan que el agro requiere seguridad, estabilidad y garantías para poder seguir cumpliendo con su obligación constitucional de asegurar la soberanía alimentaria y la presencia de productos ecuatorianos en el mercado internacional.