‘Si no aceptan el aforo de la Concentración Deportiva de Pichincha para el cotejo eliminatorio de Ecuador frente a Bolivia y a Chile sugeriré que juguemos en un estadio de Guayaquil”.
Con esa advertencia, Marcelo Espinoza Bermeo, auditor de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), abandonó ayer las instalaciones del auditorio del Municipio de Quito, en la calle Venezuela, entre Chile y Espejo.
La sugerencia de Espinoza se escuchará en el seno de la FEF si la Comisión que aprobó la Ordenanza Municipal Regulatoria de Espectáculos Deportivos Masivos no incluye un artículo transitorio que les permita imprimir 38 802 boletos para cada uno de los encuentros eliminatorios.
Ese número corresponde al aforo que maneja la Concentración Deportiva de Pichincha, y con la ordenanza municipal esa cantidad bajaría hasta 30 170.
“La Ordenanza me parece buena. Pero hay cosas que perjudican al ecuatoriano. Con la Ordenanza tendríamos una rebaja del 25% en el aforo. Pedimos que se respete el número que dice la Concentración”, dijo Espinoza Bermeo.
En el aforo que maneja la Concentración no están incluidas las butacas de 45 centímetros, como dicta la Ordenanza, basada en una recomendación de la Federación Internacional de la FIFA. Actualmente la Concentración dispone de 40 cm para cada aficionado en la localidad de general.
Espinoza eleva el tono de su voz cuando mira en su libreta el número 30 170, pues asegura que en el cotejo de Ecuador-Colombia, el Municipio autorizó la impresión de 41241 entradas. “¿Por qué se hacen problema ahora?”.
Fabricio Villamar, concejal que presentó el proyecto y que preside la Comisión de Deportes, Cultura y Educación del Cabildo capitalino, respondió a esa pregunta.
“La seguridad humana no puede ser ignorada bajo ninguna circunstancia antes, durante y después del desarrollo de los espectáculos deportivos masivos”.
El proyecto de la Ordenanza se empezó a analizar en marzo, pero se agilitó con la denuncia de la comunidad por la sobreventa de boletos en el partido Ecuador vs. Colombia, el pasado 10 de junio, en el estadio Atahualpa.
Las imágenes que captaron las cámaras fotográficas y de televisión mostraron a gente parada bajo el marcador electrónico, un lugar que no se incluye en el aforo.
La Ordenanza obliga a los dueños de los estadios de Quito (incluye a la Casa Blanca y Chillogallo), a enumerar todos los espacios para evitar la reventa de boletos. En el cotejo Ecuador vs. Colombia, los aficionados compraron hasta boletos de cortesía. “Eso ya no se puede permitir”, dijo Augusto Barrera, alcalde de Quito.
Al estadio ingresarán las personas que presenten su entrada y en el boletaje estará incluido hasta el 7% de entradas cortesía. Además, cuando la Comisión Técnica de Seguridad considere a un espectáculo de alto riesgo, se autorizaráúnicamente la venta del 90% del aforo total.
Los lectores opinan de un cambio de sede de la Tri a Guayaquil, a través de Facebook
Danilo U. Herrera : “Eso quiere decir que a este seudodirigente le interesa más y más la plata que la seguridad y la comodidad de los hinchas que pagan su entrada por disfrutar del espectáculo. ¡Qué tal la FEF!
Ismael Lozada Jordán: “Nooo. Jamás. La casa de la Selección es Quito”.
Daniel Eduardo Núñez: “Que nos devuelva el dinero que ya pagamos por los abonos para ver el partido en el Olímpico, entonces”.
Matilde Cepeda: “Ya lo intentaron una vez, se fueron a jugar y regresaron por las mismas, por que allá no llenan el estadio como lo hacemos acá en Quito”.
Cristian Farías Salazar: “Ahora se ve el trasfondo de todo, a estas personas de la FEF solo les interesa el dinero. Ni la hinchada ni la Selección les importa a ellos”.
Andrés Navas: “Hay que excluir a estas personas. Pero que antes regulen a nivel nacional la venta de entradas. Y que Chiriboga y compañía, revendedores y todas ellos den un paso al costado”.
Juan Chaziquiza: “A la FEF le interesa meter gente a los estadios. ¿Cuál es el interés? A ellos no les interesar numerar los asientos; 45cm para cada persona, salida de emergencia, toda esa regulación se tiene que hacer como en los estadios del primer mundo.