Lágrimas, abrazos, euforia, ruido, júbilo. En la Concentración Deportiva de Pichincha, los pesistas ecuatorianos se reunieron para mirar la competencia de Neisi Dajomes, la primera mujer ecuatoriana en alcanzar el oro en unos Juegos Olímpicos.
La más feliz era Angie Palacios, la hermana de Neisi. Por los protocolos del covid-19, ella tuvo que regresar inmediatamente al país, tras su participación en la prueba de los 65 kilogramos, en donde alcanzó diploma olímpico.
Angie, con sus coquetas trenzas en el cabello y una sonrisa que ilumina, lloraba y reía. En un vídeo divulgado por el Team Pichincha, se la ve feliz y recibiendo felicitaciones.
José Llerena, entrenador de pesas, es uno de los profesionales que más cerca estuvo de las hermanas Dajomes en su proceso de desarrollo, junto a su hermano Walter. El expesista, según se mira en el vídeo, abraza a Angie con cariño. ‘Tu sabes cómo hemos luchado por ti y por tu hermana. Aquí está la recompensa. Tú serás la siguiente medallista de este país”, le dice al oído.
Neisi acompañó a su hermana en su competencia y luego se recluyó en la Villa Olímpica para preparar su competencia. Las hermanas se separaron por el protocolo covid, pero el contacto ha sido permanente por mensajes. Ahora, esperan volver a reencontrarse, ya con la medalla en el pecho de Neisi.