Hermanos ecuatorianos, creo que ya es el momento de poner un alto a este tren mortal-bala llamado odio, el que se implantó hace ya unos 14 años atrás y sabemos muy bien cuál y para que lo hizo, quien desde lo más recóndito de su corazón lleno de problemas psicológicos me imagino y con un alto grado de resentimiento social y odio así lo implantó en todos los rincones del país, dejemos eso atrás ya que la historia se encargará de juzgar este período que le llamo “El gran oscurantismo del socialismo del siglo XXI”, así que hermanos ecuatorianos dejemos atrás ese negro pasado y sigamos adelante, ah pero sin olvidar que a estos corruptos habrá que castigarlos,¿ cómo?, dirán.
Fácil, no permitiendo nunca más que participen en nada que tenga que ver con elecciones de carácter popular y esto se debe trasladar a sus descendientes que me imagino querrán postularse para tal o cual elección, ese será su peor castigo y que no puedan regresar mientras no devuelvan a las arcas fiscales todo, absolutamente todo lo que se fueron llevando.
Por favor volvamos a ser hermanos como éramos antes, recuerdo que uno hablaba de Rodrigo Borja y otro de Sixto Durán Ballén y no pasaba nada, todos nos respetábamos, nos llevábamos muy bien, ninguno de nosotros éramos radicales, éramos más bien tolerantes, cada uno respetaba lo que el otro pensaba políticamente, tal como debe ser, no teníamos odio a nadie. Así que tenemos este reto, el de superar el odio que nos metieron en la cabeza con tanta sabatina y no sé con qué cosas más, somos gente de paz, gente buena, gente trabajadora, gente soñadora, eso es lo que somos. Así que está en nuestras manos, volvamos a estar bien con nuestros hermanos, amigos, familias, pasemos del odio a la hermandad nuevamente, eso de seguro nos sanará espiritualmente, hagámoslo, cuento contigo hermano ecuatoriano.