Está en huelga. Se ha aplicado un autocastigo. No se ha cortado las barbas y, pese a que no se le nota, se ha dejado crecer el cabello un poco más de lo normal.
Mientras no haga goles, el ‘look’ de Narciso Mina seguirá evolucionando. Sus bigotes aumentarán de volumen y su cabello crecerá hasta formarse un afro.
Lo ha hecho varias veces. Lo hizo cuando estuvo en el Deportivo Cuenca, en Liga de Loja, en el Manta y, ahora, en Barcelona.
“Narciso, cómprate ya una rasuradora y sácate esas barbas”, le dicen sus compañeros, con frecuencia, en la concentración y en el camerino del estadio Monumental Pero la contestación que les da es siempre tajante: “No puedo ahora, estoy en huelga”.
Es un método para exigirse a sí mismo. Así se presiona para volver a marcar goles, pues es uno de los fieles creyentes de aquel dicho trillado, pero cierto, que se repite constantemente en el ámbito futbolístico: “los delanteros sobreviven de sus goles”.
La presión de la hinchada y sus críticas lo tienen incómodo. Lo han llevado, incluso, a tomar una decisión determinante: “Si llega una propuesta del exterior me voy”, reveló a este Diario la noche del pasado miércoles mientras se entrenaba en un gimnasio del norte de Guayaquil. A ese lugar acude todos los días, menos los fines de semana, a realizar una terapia en su rodilla.
Está decidido. Ya cuenta con el consentimiento de su familia y también le hizo la advertencia al técnico Gustavo Costas y a los dirigentes del club torero.
El estratega amarillo le pidió la semana pasada que reconsiderara su posición y que le ayudara al equipo a ganar la final del Campeonato, en diciembre próximo.
Está a punto de explotar. No soporta ya la presión de los hinchas y sus críticas por los tres penales que falló ante Olmedo, Liga de Loja y Deportivo Cuenca. Esa presión ha llegado a sus hijos en la escuela.
El lunes pasado, un padre de familia del centro académico donde estudia su hijo Jesús (foto), le dijo que su papá era “un comepenales”. Él le llevó el mensaje a la casa. Su esposa, Patricia Quiñónez, recuerda que ese día su hijo llegó y buscó inmediatamente a Narciso en su habitación. “El papá de un compañero me dijo esta mañana que tú eras comepenales”, le dijo inocentemente.
La escena le provocó angustia al jugador. Habló con Costas durante la práctica del pasado martes y le contó lo que le había ocurrido. Le dijo que no era justo que la hinchada amarilla lo cuestione por tres errores y que no tomen en cuenta los 13 goles que le aportó al club en la primera etapa.
“La hinchada no tiene memoria. Sin mis goles quizá Barcelona no se hubiera clasificado. Pero eso no se valora”, reflexionó el atacante del club guayaquileño.
La angustia aumentó después de la decisión que tomó Costas y que hizo pública en una entrevista, el jueves anterior, con la cadena argentina Fox Sport. “Le vamos a dar un descanso (en el cobro de penales). Luis Caicedo y Hólger Matamoros tendrán oportunidades”, reveló el adiestrador.
Pero una llamada lo reconfortó un días después de aquello. Michel Deller, presidente del Independiente del Valle, lo llamó a su teléfono celular.
Primero lo saludó. Lo felicitó por haber alcanzado la final del torneo con Barcelona y después le hizo una confesión. Le dijo que el equipo lo había extrañado a él y a José Ayoví. “Nos hicieron falta sus goles. Quizá con ellos hubiéramos logrado la clasificación a la final del torneo y a la Copa Sudamericana”, le dijo el dirigente
Hasta que la propuesta llegue, Mina seguirá intentando marcar con la divisa canaria. A inicios de temporada, ofreció anotar 30 tantos y ser el goleador del Campeonato Nacional.
“A ‘Nacho’ (Narciso) lo hemos cargado de responsabilidades. Es normal que se sienta tan presionado. Por eso hemos traído a Ferreyra para que lo acompañe”, explicó ayer Costas.
Mientras tanto, su esposa seguirá estampándole las camisetas amarillas que muestra cada vez que marca un gol o que el equipo gana algún compromiso.
En ellas, según Patricia, estampa las “revelaciones” que Dios le hace al delantero cada vez que reza. La última ocurrió a inicios de semana : “Dios cumple los sueños y el fútbol da revanchas”. Esa frase la exhibirá si marca hoy un gol, a las 12:00, ante el Olmedo en el estadio Olímpico de Riobamba.