Soy Docente de Educación Superior, activista social, empresario y “temeraria y aterradoramente” motociclista…
Tan aterrador soy, que cuando circulo por las calles de mi ciudad con mi pequeña hija, la gente de mi país se asusta y algunos, ‘no todos’, piensan que les vamos a robar o hacer daño, cuando llegamos a un punto o en media vía.
Nada más cómico y desatinado, cuando mi pequeña Ely me dice: ¿Papi porque nos miran así como asustados?” me toca explicarle sutilmente, que en Ecuador nuestro amado país, ciertas personas prejuzgan a un hombre o mujer por su apariencia física, por su color de piel, y en este caso por tener un casco y portar un chaleco biker, y termino la explicación, convenciéndola de que son muy pocos en realidad, y que ya cambiarán su forma de pensar…
Otra cosa sorprendente es el asedio, rechazo y estigmatización por parte de las autoridades a quienes nosotros también les dimos el voto por nuestros propios y personales derechos como ciudadanos de bien que somos, orgullosamente motociclistas (hombres y mujeres). Recuerdo que en Quito hace más menos tres años bajo la consigna de “la seguridad ciudadana” se pretendió implementar un proyecto de Ordenanza Municipal, para restringir la libre movilidad a dos personas en moto.
Muchos que leen este articulo pensarán que es lo más correcto o idóneo ante la ola de inseguridad que aqueja al país y a la capital. Pero ¿Qué sucede con el beneficio de la duda, con la presunción de inocencia que tiene todo ciudadano en el mundo?
Pues bien empezamos una “batalla” ante autoridades con poder de decisión y acción, contra lamentablemente ciertos medios que al igual que el resto de la ciudadanía, tenían razón de dudar, ante por ejemplo, reportajes noticiosos de robo, sicariato que para el año 2019 se exhibían en medios de la costa, sierra, y oriente de nuestro país.
Pues bien, ahora resulta que tuvimos que desvirtuar de manera técnico y técnico jurídica el aplicativo de este proyecto de ordenanza en Quito, ya que al final del camino el propio Observatorio de Seguridad Ciudadana, organización adscrita a al Municipalidad de la capital del los ecuatorianos, luego de un arduo estudio y análisis; determinó que el porcentaje de incidencia en el cual una motocicleta se había visto involucrada dentro de una acto delincuencial era apenas del 3.48% en Pichincha, sin tomar en cuenta la vulneración de derechos en materia de movilidad y discriminación para con nosotros como comunidad. (Para el buen entendedor pocas palabras, los números no mienten, los seres humanos, sí).