Camino de los Alpes, el Tour de Francia traza una de las etapas más largas de los últimos años, casi 250 kilómetros en la jornada del 2 de julio del 2021.
El recorrido serán entre Vierzon y Le Creusot, planos en su primera parte y escarpados en el final, con una guinda inédita que los organizadores quieren presentar como un trampolín de sorpresas.
Y es que la más larga etapa del siglo XXI puede estar cargadas de interrogantes antes incluso de que se afronte el tramo definitivo. Como recuerda el excampeón Bernard Thévenet, oriundo de la zona, los ciclista de hoy están poco acostumbrados a kilometradas de este calibre, sobre todo si tienen tramos exigentes.
Y esta etapa los tiene concentrados en los últimos 90 kilómetros, que con cinco puertos puntuables, acumulan un desnivel de casi 3.000 metros, más propio de las etapas de alta montaña que de las jornadas de transición.
De todos ellos, la atención está puesta en la Señal de Urchon, una subida inédita, de segunda categoría, que promete guerra. Aunque sus 5,7 kilómetros presentan una porcentaje del 5,7 %, oculta rampas duras, ya que en su mitad hay un escarpado descenso que falsea la media.
El último kilómetro y medio tiene una pendiente media del 11,5 %, con un paso al 18 % que amenaza con clavar en la calzada las ruedas de los ciclistas.
Como premio añadido, una bonificación para los que atraviesen en cabeza ese puerto, 8, 5 y 4 segundos, que se sumarán a la clásica bonificación en la llegada.
Su cima se encuentra a 18 kilómetros de la meta y todavía tendrán que superar un último repecho de cuarta categoría, un final explosivo que, si bien parece presentar argumentos para alimentar la lucha por la general sí tiene elementos que animarán el triunfo de etapa entre los luchadores, más que entre los “sprinters”.
A menos que sus rampas den ideas a aventuras más ambiciosas, porque como asegura Thévenet, “las pequeñas cotas pueden provocar tantas diferencias como los grandes coles”.
En todo caso, la etapa completará el periplo del pelotón entre Bretaña, la región que acogió el inicio del Tour tras el abandono de Copenhague, y el este de Francia, donde en el trazado inicial tenía previsto transcurrir la carrera.
Los ciclistas quedarán a los pies de los Alpes, que serán el escenario de las dos siguientes etapas, la del Grand Bornand, con meta en el descenso del Grand Colombire, y otra con llegada en Tignes, puerto de primera categoría.
Las piernas de los corredores estarán ya, para entonces, listas para afrontar la jornada, calientes después de una semana de competición rematada con este maratón con final explosivo.
El ecuatoriano Richard Carapaz se ubica noveno de la clasificación general, a 1:44 minutos del líder, el neerlandés Mathieu Van der Poel y a 1:36 de Tadej Pogacar, segundo clasificado, pero líder real de la carrera.
- Etapa 7: Vierzon – Le Creusot, 249,5 km
- Montaña
Km 161. Cota de Chteau Chinon (3a), 3,2 km al 5,3 %