Liga de Quito se fue de bruces. El equipo de Edgardo Bauza fue un salonero que corre con la bandeja cargada de sopas, colas y postres de las tres leches; de repente alguien vestido de rojo le puso el pie y ¡zas!, todo se fue al piso. Qué desastre.
Liga cayó por 2-1 ante el Cuenca con dos tantos generados en los minutos 46 y 54, en un cotejo que acabó sin orden táctico y con una dosis de mala suerte para la ‘U’, que perdió el invicto aunque al menos conservó el liderato.
Desde la final de la Sudamericana 2011, Liga no había jugado tan mal. Pero, a diferencia del partido en Santiago, ayer no había manera de alegar desgaste físico, ausencia de figuras por lesión o un rival embalado, que obviamente pintaba para campeón. Ayer, Liga perdió ante un puñado de guerrilleros cuyas virtudes estuvieron en la marca pegajosa y el contragolpe fulminante.
Sí, el Cuenquita del ‘profe’ Luis Soler aplicó, sabiamente, tácticas de guerrilla para tumbar al puntero. Primero morder y luego replegarse. Los colorados llegaron incluso a defenderse con una disciplinada línea de seis en el fondo, que destruía casi todos los avances de los albos, que ayer fueron locales en el Atahualpa por primera vez en 15 años.
En el primer tiempo, Soler levantó una obra de arte de la defensa, gracias a tres fichas que respondieron bien. Deison Méndez marcó con acierto a Claudio Bieler, el goleador del torneo, pero que ayer lució inofensivo, con remates suaves como algodón.
Néicer Reasco, además, fue bloqueado por un incansable Édder Fuertes, mientras que Paúl Ambrosi tuvo en Julio Angulo un incómodo perseguidor. Reasco, cuando lograba ganar en el mano a mano, desperdiciaba sus centros. También lució desconcertado: se negó a correr por una bola que parecía alcanzable.
Con las bandas taponadas y el artillero desconectado de sus abastecedores, los visitantes se limitaron a aguantar las cargas por el centro. Pero Damián Manso, quizás el mejor centrador del Campeonato, no tuvo una jornada de aciertos. Siempre molestado por un rival, apenas pudo generar pases de peligro.
Édison Méndez también estuvo por debajo de su nivel. Demasiado retrasado y con imprecisión en los pases, terminó el primer tiempo cambiado de puesto por Reasco, para intentar algo de sorpresa.
La sorpresa, en realidad, vino apenas comenzó el segundo período. Bauza ya había retirado del campo a José Francisco Cevallos, que jamás se supo si era delantero o volante, para dar paso a Ariel Nahuelpan. ‘El Indio’ no perdió tiempo pues, apenas ingresó, sacó un violento remate de 35 metros que casi se convierte en gol.
El Cuenca respondió y, en su primer contragolpe, hizo el gol. Federico Laurito, que en el primer tiempo se dejó quitar un balón cuando estaba a punto de fusilar a Alexander Domínguez, aguantó la marca de Norberto Araujo. La cortina de Laurito permitió que Julio Angulo recibiera en solitario la pelota y anotara el gol. Era el minuto 46.
Los albos se lanzaron al ataque pero volvieron a fallar, en una penosa jugada de fútbol escolar. Bieler estrelló un tiro libre en la barrera, la pelota le quedó a Méndez, quien se la pasó mal a Manso. El esférico le quedó a Laurito, quien se escapó por el centro, arrastró la marca y dio el pase para Andrés López, quien definió a placer ante Domínguez. Era el minuto 54. En menos de 10, los morlacos ya tenían dos goles.
El cotejo pasó a ser sumamente emotivo, con los albos lanzados al ataque y con los colorados aguantando y mordiendo con el contragolpe. Los azuayos pudieron haber anotado dos tantos más, pero Laurito y Byron Cano fallaron.
Los albos, con la desesperación, se olvidaron de la táctica. Todo fue visceral, al matar o morir. Édison Méndez consiguió el descuento con un fulminante disparo de 26 metros que venció a Ojeda. El tanto, al minuto 57, abrió la esperanza alba de llegar al empate.
De ahí hasta el pitazo final, Liga coleccionó desaciertos. Nahuelpan falló dos goles muy claros, uno tras pase de Bieler en que solo debía empujar la bola, y otro mediante un lanzamiento que estrelló la pelota en el horizontal. Ojeda también detuvo un lanzamiento de David Quiroz.
Diego Calderón se fue expulsado al minuto 68, por dar un cabezazo al rival, aparentemente por llegar a destiempo a un rechazo.
El Cuenca festejó este heroico triunfo, aunque el precio final fue la tarjeta roja para el debutante Walter Chalá. Pero más, mucho más, dolió perder a Deison Méndez, que sufrió la rotura del tendón de Aquiles al minuto 81, una lesión que lo alejará del fútbol unos seis meses. En fin, toda victoria tiene héroes caídos.
[[OBJECT]]