La legislación no puede desconocer la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación, tal como de manera evidente lo revela la ciencia. La biología ha evolucionado mucho. Descubrimientos revolucionarios, como la secuenciación del genoma humano, dejan en evidencia que desde el momento de la concepción hay una vida humana nueva, un nuevo ser.
Nuestra Constitución, en el Artículo 45 dice: “El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y protección desde la concepción”.
Las declaraciones internacionales como las de Helsinki y Tokyo, son reflejo de los principios de la Medicina Hipocrática, que caracterizan al médico por actuar a favor de la vida y de la integridad física.
Existe un gran número de mujeres, particularmente de los sectores más necesitados de nuestro país, que soportan la carga del hogar, solas. Para ello, hay que rodear a la mujer desamparada de la indispensable protección solidaria, en vez de facilitarle el aborto.