La Constitución establece claramente que el Estado ecuatoriano se halla conformado por tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial con sus funciones específicas y consagra la independencia y autonomía de cada uno de ellos, de manera que ninguno puede estar sujeto a interferencias o influencias externas o entre sí. El cumplimiento de estos aspectos se requiere para que el Ecuador pueda llamarse un país verdaderamente democrático en toda la extensión de la palabra. Pero en estos días hemos podido observar con extrañeza que el señor Presidente ha mantenido reuniones con los próximos asambleístas de Alianza País que constituirán la gran mayoría en la próxima Asamblea, para planificar y organizar las actividades del próximo período, en contraposición con las disposiciones constitucionales. Sería muy deseable que alguien pueda dar una explicación satisfactoria del porqué de esta “fusión” de poderes que aunque no están aún oficialmente posesionados, deja ver cómo funcionará la próxima Asamblea y si se continúa desobedeciendo lo dispuesto por la Constitución, se debería eliminar este cuerpo legal por innecesario.