El juicio ambiental que dirige un grupo de pobladores ecuatorianos en contra de la petrolera estadounidense Chevron cumplirá mañana 19 años.
Los afectados recordarán la fecha con una misa, en Joya de los Sachas, Orellana.
El litigio se inició en 1993, cuando unos 30 pobladores de las provincias de Orellana y Sucumbíos demandaron a Texaco, en una corte estadounidense por daños ambientales. En el 2001 Chevron adquirió a Texaco y con ello, según los demandantes, asumió el juicio que los pobladores habían entablado en contra de la firma.
Durante el juicio, Chevron alegó que el caso debía ser resuelto en Ecuador. En el 2003 la corte de EE.UU. respaldó el argumento y dictaminó que el proceso debía seguirse en cortes ecuatorianas.
Los afectados demandaron a la compañía en la Corte de Justicia de Sucumbíos, que resolvió el 3 de enero de este año que la petrolera estadounidense debía pagar USD 9 500 millones a los demandantes y presentarles una disculpa pública. Pero la petrolera se resistió a hacerlo.
“Chevron nunca ha operado en Ecuador y su subsidiaria, Texaco Petroleum Co. (“Texpet”), remedió completamente el porcentaje que le correspondía por sus operaciones petroleras antes de salir del país en 1992”, indicó James Craig, vocero de la firma.
La sentencia de la Corte de Sucumbíos estableció una multa si la petrolera no se disculpaba por lo que el pago a los afectados se elevó a USD 18 000 millones.
Los demandantes sostienen que los efectos de la contaminación se sienten en la población afectada. Nelson Alvarado, uno de los moradores, asegura que perdió a su madre, Rosario Román, por efectos de cáncer como resultado de la contaminación.
Según Craig, la petrolera argumenta que “evidencias científicas legítimas exoneran a Chevron y prueban que los sitios remediados no representan un riesgo significativo para la salud humana ni para el ambiente”.
La petrolera, que califica de “ilegítima” la sentencia, presentó una acción de casación a la Corte Suprema de Justicia, proceso que puede tardar en resolverse entre un año o dos.