Los policías llegaron el sábado al sector de la Ferroviaria Alta, en el sur de Quito.
Los muros de las casas y cerramientos están marcados con letras y nombres. Aparecen las iniciales VL o palabras como Pitufo, Doctor y Lord. Los vecinos de la Ferroviaria Alta, un barrio del sur quiteño, dicen que aparecieron desde marzo y saben que pertenecen a una agrupación delictiva.
Hay temor entre ellos. La mañana de este lunes, 19 de abril del 2021, policías vestidos de negro continuaron en el sitio. Son unos 40. Están allí desde el sábado, cuando en la intersección de la Roberto Thompson y Nariz del Diablo, armados atacaron a cuatro personas que se encontraban en el interior de un vehículo.
Pocos hablan en la Ferroviaria. Los que se atreven dicen haber visto cómo mientras un hombre manejaba la moto, el acompañante descargó las balas. Otros indican que los desconocidos llegaron a pie. Dos murieron en el automotor.
Registros oficiales muestran que las dos víctimas tenían antecedentes penales por robo.
Las primeras pericias apuntan a que el atentado se produjo por orden de una organización delictiva rival. La Policía confirma que detrás de estos asesinatos está una disputa de bandas rivales que intentan controlar zonas para el expendio de drogas al menudeo.
Las primeras alertas de la violencia en Quito aparecieron en marzo. El 9 de ese mes, un joven fue asesinado en las afueras de un centro comercial del sur capitalino. Luego se han perpetrado otros hechos.
La ‘guerra’ entre mafias por los territorios estalló en Guayaquil en el 2020.
En agosto de ese año aparecieron grafitis con los nombres de las organizaciones delictivas que reclamaban distintas zonas del Puerto Principal.
En Quito, agentes rastrean a las organizaciones responsables de las muertes violentas.
La Policía Especializada en este tipo de delitos (Dinased) señala que al menos cuatro crímenes perpetrados en este año tienen que ver con disputas entre redes criminales.
Lo que inquieta a los investigadores es que en Quito no se presentaba este fenómeno.
El 20 de marzo pasado, un hombre también fue acribillado en el sur de Quito. Un desconocido entró a un local de comidas, disparó y escapó.
Los policías permanecieron ayer en la Ferroviaria. Foto: EL COMERCIO
Cinco días después, otra persona que se hallaba en una enderezadora de carros recibió cuatro impactos de bala. Ocurrió en Llano Chico. La víctima tenía antecedentes por venta de droga. Hoy la Policía investiga si existe relación entre este caso y lo ocurrido el sábado último en la Ferroviaria.
“Creemos que están vinculadas las mismas bandas”, advierte un uniformado.
La orden que tienen los agentes es identificar a quienes han perpetrado estos atentados y evitar que las disputas y las muertes violentas aumenten.
En el caso del sábado, una persona fue capturada y las pistas apuntan a que fue quien dio la orden de atacar a quienes estaban en el auto. Todavía se busca a los otros responsables.
Los enfrentamientos entre bandas rivales también se han agudizado en El Oro, Los Ríos, Manabí y Esmeraldas.
En Manta, por ejemplo, ya se contabilizan 18 asesinatos en 2021. Se conformará un Comité para establecer seguridades.
En Esmeraldas, cinco hombres en un vehículo llegaron a una vivienda donde se celebraba una fiesta. Caminaron hacia la puerta y dispararon. Cuatro murieron y la cumpleañera quedó herida de bala.
Los vecinos de la Ferroviaria no quieren que eso se repita.
“Los grafitis que vemos son de un grupo. Ellos son los dueños de este sector”, cuenta una vecina. Hace 11 meses contrató a una persona para que colocara rejas blancas en su local.
Otra moradora cuenta que se siente la inseguridad a toda hora. “Hay carros que llegan sin placas, con vidrios polarizados. También hemos visto mucho motociclista”.
Los uniformados reforzaron la seguridad en la zona. El sábado intervinieron para que Criminalística retire los cuerpos. Había gente que lo impedía. Familiares de uno de los fallecidos dicen que es inocente.