El aspirante a policía se arrodilla sobre el césped de la cancha de la Escuela de Formación José Emilio Castillo Solís en Tambillo (Pichincha). Un estudiante lo toma de los brazos y otro, ubicado dos metros al frente, simula que tiene un arma y le da instrucciones.
“¡Haga silencio! ¡Cuidado con lo que hace! ¡Mantenga la mirada al frente! ¡Arrójese al piso!”, le decía mientras eran observados por el instructor de la clase de procedimientos policiales. Al frente, un grupo de alumnos realizaba ejercicios de gimnasia, adiestramiento con carabinas Ruger y otros practicaban artes marciales.
Una de las prioridades del Gobierno luego de la revuelta del 30 de septiembre del 2010, fue acelerar la reestructuración del sistema educativo de los uniformados. Aquello implica la creación de una carrera universitaria con especialización policial.
De hecho, el ministro del Interior, José Serrano, anunció el 8 de agosto pasado que se firmará un convenio con la Universidad Central del Ecuador para la implementación de una carrera policial bajo los parámetros que rige el sistema de educación superior.
Con este acuerdo, según el Ministerio del Interior, los gendarmes obtendrán una licenciatura en Ciencias Policiales que estará adscrita a la Facultad de Jurisprudencia. “(Antes) los policías simplemente salían con los títulos de sus escuelas superiores, pero no había ningún reconocimiento de tercer nivel”, precisó Serrano.
“¿Qué hacían los oficiales y clases? Entraban a universidades a estudiar, podía ser cualquier carrera impensable en la lógica del giro propio de la gestión de los policías. (Ahora), la carrera policial se creará con la Universidad”, agregó Serrano.
Los 213 aspirantes a uniformados de la escuela de Tambillo comienzan su rutina a las 06:00. Reciben clases teóricas en un edificio blanco y se preparan físicamente: trotan en camiseta, zapatos y pantalonetas blancas. También hacen gimnasia. Al inicio de su preparación, el 28 de agosto del 2011, ingresaron 228 aspirantes a gendarmes. Se han retirado 15. Su graduación está prevista para el 14 de septiembre.
La preparación universitaria de los uniformados se enlaza con lo que dispone la XV transitoria del proyecto de ley del Código Orgánico de Entidades de Seguridad, presentada el 30 de septiembre del 2011 en la Asamblea. Esta dice: “Las entidades educativas de formación, capacitación y especialización de la Policía deberán acreditarse como Centros de Educación Superior Estatal de conformidad con la Ley ”.
En las diferentes escuelas de formación, los alumnos deben completar 126 créditos. Las materias que reciben son DD.HH., policía comunitaria, gestión de riesgos, inteligencia para seguridad ciudadana, doctrina policial, criminalística, estrategias para el uso de la fuerza, sociología, armas y tiro, atención a la víctima, prácticas preprofesionales, entre otras.
Al graduarse obtendrán el título de técnico superior en seguridad ciudadana y de policías de línea, otorgados por el Instituto Técnico Superior Sectorial de Seguridad Ciudadana. Marcelo Rocha, director de Educación de la Policía, dijo que el título de los agentes será regido por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología.
Según la Dirección de Educación, la capacitación no finaliza cuando los jóvenes se gradúan de policías. “Cuando tengan que ascender al grado de cabo segundo (y otros más), el agente tendrá obligatoriamente que obtener una tecnología. Esta tiene tres menciones: seguridad ciudadana, investigación criminal e Inteligencia. Así incentivamos al personal a tener preparación de nivel superior como técnicos o tecnólogos”, indicó Rocha.
El nuevo pénsum
Desde enero de este año, la nueva malla curricular elaborada desde el 2010 por consultores de las facultades de Ciencias Administrativas, Sociología, Derecho, Educación y Sistemas de la Universidad Católica, de la capital, comenzó a funcionar en ocho escuelas dedicadas a la formación de gendarmes.
Según Educación, 2 567 aspirantes se preparan con el nuevo pénsum y su graduación está prevista para finales de este año. En cambio, los 1 395 aspirantes que ingresaron el 28 de agosto del 2011 finalizarán en septiembre con el pénsum anterior.
Con la nueva malla académica, el objetivo del Gobierno es incorporar 23 000 nuevos uniformados operativos hasta el 2017. De ellos, 2 000 son oficiales y 15 000 policías. “También requerimos cubrir el déficit que genera la desvinculación del personal. En ese sentido necesitamos sumar unos 6 000 más a la institución en cinco años”, manifestó Rocha.
Una vez que el personal policial sume 57 000 a escala nacional, en el 2017, se realizará otra reforma académica: el curso se ampliará de uno a dos años de duración. El objetivo es que cumplan las ocho horas diarias de trabajo que contempla la Ley y se evite la saturación laboral.
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