El YouTuber ruso Reeflay, que causó la muerte de su novia en una transmisión en vivo, estará dos meses con prisión preventiva. Foto: captura.
La Policía de Rusia detuvo el viernes 4 de diciembre del 2020 al YouTuber Stanislav Teshetnikov, conocido como Reeflay, de 30 años. El hombre, que previamente negó toda implicación en la muerte de la joven, estaba bajo investigación por el deceso. Es acusado de “causar deliberadamente un daño grave a la salud” de su novia, Valentina Grigoríeva quien murió ante unas 2 000 personas en una transmisión en directo hecha por el ruso.
El YouTuber gozaba de gran popularidad en Rusia, un país con alarmantes índices de violencia de género. En la transmisión se vio cómo golpeaba a su pareja, tiraba de su cabello, la vejaba y posteriormente la echó de su casa mientras le gritaba que olía mal.
La joven de 26 años estuvo varias horas en ropa interior a temperaturas bajo cero en la nieve. Cuando el YouTuber la volvió a meter en la casa ya estaba muerta.
Reeflay es conocido por aceptar realizar retos por dinero. Los comentarios del canal- que fue eliminado de YouTube, lo acusaban de haber hecho un show para ganar más seguidores.
El YouTuber volvió a meter a rastras a la joven, pero ella no se movía. Estaba muerta. Por ello se decretó en contra de Reeflay dos meses de prisión preventiva.
El Comité de Investigación de la Dirección Regional de Moscú, que investiga la causa exacta de la muerte de la joven, señaló que tenía una lesión craneoencefálica cerrada, múltiples señales de golpes y un hematoma subdural. Asimismo halló lesiones antiguas. La transmisión de su muerte- que también se encuentra bajo indagación- se realizó el jueves 3 de diciembre del 2020.
“Vive, vive”, le decía el YouTuber al cuerpo sin vida de Grigoríeva mientras lo sacudía y hacía un amago de un masaje cardíaco. Colocó el cadáver en un sofá y se sentó ante la cámara llorando y pidiendo consejo. Según los seguidores de YouTuber, ni siquiera llamó a los servicios de emergencia para que acudan a la vivienda a intentar hacer algo por la joven, fueron ellos quienes lo hicieron. Todo esto mientras el video en vivo seguía corriendo.
La transmisión, señala el diario español El País, mostró cómo los paramédicos certificaron la muerte de la víctima y el momento en el que la Policía llegó a la vivienda de Reeflay. Fueron los agentes quienes le ordenaron que apague la cámara.
Reeflay tenía miles de seguidores en su canal de YouTube y obtuvo su popularidad aceptando desafíos que le proponían sus espectadores. A cambio de realizarlos recibía unos cuantos dólares.
No era la primera vez que la joven pareja del YouTuber era maltratada en sus videos. Los últimos clips del canal la mostraban comiendo basura, por lo que el YouTuber recibió 3 000 rublos (USD 40), también comió barro.
Ninguna de las miles de personas que veía los videos denunció nunca los maltratos a los que era sometida Grigoríeva, pese a que videos registran cómo su pareja le rociaba gas pimienta en la cara o tiraba de su cabello. En una ocasión se sentó sobre su rostro y recibió por esto un pago de 2 000 rublos (USD 26) .
Seguidores del YouTuber lanzaron una campaña de recolección de fondos para ayudarlo, tras conocer que estará en prisión durante dos meses.