Desde este 13 de octubre del 2020, los violadores serán castigados con pena de muerte en Bangladés. La medida se adoptó tras varios días de protestas contra la violencia sexual a las mujeres. Foto: Pxfuel
“Cuelguen a los violadores“, gritaba una multitud enfurecida en la ciudad de Dacca (Bangladés), en medio de manifestaciones que exigían penas más severas para los violadores. Tras varios días de protestas, el país aprobó el lunes 12 de octubre del 2020 la pena capital para quienes sean declarados culpables de violación.
Las protestas se desataron en el país, y principalmente en su capital, tras la violación grupal que sufrió una mujer, cuyos agresores la chantajearon para que les pagara a cambio de que no suban el video de la agresión a Facebook. Ella no cedió y las imágenes se difundieron en la red social el pasado 4 de octubre.
El clip dura 28 minutos y muestra el ataque que ocurrió un mes antes en el distrito de Noakhali, al sureste de Dacca. Ocho hombres– todos detenidos actualmente- participaron en la violación y tortura a la mujer de 35 años. El ataque ocurrió en el domicilio de la victima. Lo grabaron todo.
En la declaración a la Policía, la mujer aseguró que su único pedido era que “se les imponga la pena de muerte o la cadena perpetua. No quiero nada más. Si esto les hubiera pasado a otras mujeres, se habrían suicidado. La muerte hubiera sido mejor que lo que me pasó”.
“Mi vida ya está arruinada. Ahora estoy preocupada por mis hijos, especialmente por mi hija”, declaró la víctima al diario Bangladesh Daily Star. “No puedo soportar la idea de que los suegros de mi hija hayan visto el video. ¿Qué estarán pensando? ¿Qué pasa si lo pagan con mi hija y la echan?”, cuestionó.
El caso despertó indignación en el país asiático y miles de personas se volcaron a las calles para exigir que el Gobierno dicte penas más severas contra los violadores y que los crímenes no queden en la impunidad. Uno de los hombres detenidos por la agresión a esta mujer ya había violado anteriormente, amenazando con armas de fuego a la víctima.
El Gobierno anunció, tras las protestas, un severo castigo para estos crímenes e instauró la pena de muerte para todos los casos de violación. El secretario de gabinete de Bangladés, Khandker Anwarul Islam, anunció la aprobación de un proyecto de ley que establece que “cualquier persona condenada por violación será castigada con la muerte o el encarcelamiento riguroso de por vida”.
Según Amnistía internacional, se aprobó “el anteproyecto de enmienda a la Ley de Prevención de la Represión de Mujeres y Menores, que reforma el el artículo 9.1 de la citada ley (vigente desde el año 2000) elevando de cadena perpetua a pena de muerte el castigo máximo por violación”
La ley entrará en vigencia este 13 de octubre, anunció Anisul Haque, ministro de Justicia del país.
De acuerdo con informes del diario español El Mundo, el grupo de derechos humano Ain o Salish Kendra presentó hace poco un informe sobre las violaciones en Bangladés. Sus datos señalaban que una quinta parte de las 975 violaciones a mujeres cometidas en el país entre enero y septiembre del 2020 fueron en grupo. 43 de las víctimas fueron asesinadas después de ser atacadas, otras 12 se quitaron la vida.
“La pena de muerte no es una solución a la violencia contra las mujeres”, dice Amnistía Internacional
Tras la aprobación de la medida en Bangladés, la organización defensora de los derechos humanos, Amnistía Internacional, se pronunció. Su investigador sobre Asia Meridional, Sultan Mohammed Zakaria, calificó la decisión del gobierno como un “paso regresivo” y señaló que la pena de muerte para los condenados por violación “desvía la atención de la falta de medidas reales contra esta demoledora brutalidad que sufren tantas mujeres bangladeshíes”.
Zakaria añadió que las ejecuciones no previenen la violencia y que “en lugar de buscar venganza, las autoridades deben centrarse en garantizar justicia a las víctimas de violencia sexual, entre otras cosas introduciendo las reformas a largo plazo que pondrían fin a esta epidemia de violencia y evitarían que se repitiera”.
De acuerdo con su declaración, este tipo de medidas implican que se otorgue protección a todas las mujeres y niñas del país, y se den las condiciones necesarias para que sientan la confianza de denunciar cuando son víctimas de episodios de violencia.
“Los autores de los delitos deben ser procesados y obligados a rendir cuentas, y la impunidad por estos terribles crímenes debe acabar, pero a través de enjuiciamientos con las debidas garantías y sin que sea aplicable la pena de muerte”, concluye Zakaria en sus declaraciones difundidas este 13 de octubre en la página web de Amnistía Internacional.