El Gobierno boliviano y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) presentan hoy el Informe de Monitoreo de Cultivos de Coca 2011 tras el criticado reporte de Washington sobre la política antidrogas de Bolivia, que fue rechazado “enérgicamente” por La Paz.
“El Informe tiene el objetivo de proveer una cuantificación del cultivo de hoja de coca a nivel nacional del año 2011, así como información sobre el rendimiento, precios y otros temas relacionados con la producción de la hoja de coca”, según un comunicado divulgado ayer por la cancillería boliviana.
“Esta será la mejor respuesta a la comunidad internacional”, declaró Felipe Cáceres, responsable de lucha antinarcóticos en Bolivia a la emisora católica Fides sobre el noveno informe.
Washington publicó el viernes un reporte en el que acusa a Bolivia de “fracasar manifiestamente” en la lucha antidrogas, lo que despertó la ira del presidente Evo Morales, quien acusó a EE.UU. de no tener “ninguna moral, autoridad ni ética para hablar sobre la lucha contra el narcotráfico”.
La información oficial precisa que hasta el 12 de septiembre, el Gobierno boliviano erradicó 7 786 hectáreas de coca ilegal y excedentaria, cifra cercana a la que la ley antidrogas fija como meta anual obligatoria.
El mayor porcentaje de reducción se registró en el Trópico de Cochabamba con 5 930 hectáreas, mientras que en la zona de los Yungas de La Paz (área tradicional de cultivo) fueron erradicadas 1 650 hectáreas.
En su mayoría, la erradicación fue concertada con los productores y solo en menor proporción se procedió a una racionalización forzosa de los cultivos.
Según la ONU, Bolivia tiene 31 000 hectáreas cultivadas con coca, de las cuales 12 000 son reconocidas por la legislación nacional para usos tradicionales, como masticación, infusión y rituales religiosos.
Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína, después de Perú y Colombia, según datos del mismo organismo.