Está por dictarse la sentencia a los implicados en el caso Sobornos 2012 – 2016, la misma que debería ser por los menos a 12 años, porque luego vendrán las rebajas “de ley” y quedará a menos de la mitad.
A los jueces que tienen está gran responsabilidad con la patria, les corresponde tomar una decisión histórica, porque si dictaminan prisión en firme para el ex presidente Correa y 19 implicados más, pasarán a la historia como jueces insobornables, incorruptibles, que hicieron justicia con el anhelo de la mayoría, aparte que la sentencia servirá de escarmiento para que ningún político vuelva a cometer actos de corrupción, en perjuicio del Estado, de los más pobres, de los más necesitados, para que no vuelvan a saquear los fondos de las seguridad social, que despojaron al IESS del 40% de las pensiones jubilares y no han sido restituidos.
La sentencia deberá incluir la imposibilidad de que vuelvan a la actividad política, es decir, debe declarar la muerte política de Correa y sus secuaces; pero si estos mismos jueces los absuelven y declaran inocentes, igualmente pasarán a la historia como los jueces que posiblemente fueron sobornados, o que tuvieron miedo, decisión que será considerada como traición a la patria. Sin dudar de la honestidad y probidad de los jueces, por las “cochinas dudas”, la Fiscalía, el Consejo de la Judicatura o a quien corresponda, deberá pedir que los señores jueces rindan una “Declaración Patrimonial Juramentada”, a sus cónyuges, sus hijos, hermanos, padres, tíos, cuñados, suegros, antes de que se dicte la sentencia definitiva y luego de 6 o 12 meses se les vuelva a pedir una nueva declaración juramentada.