Los jugadores de El Nacional en uno de los entrenamientos en el Complejo El Sauce, en febrero del 2020. Foto: David Paredes / El COMERCIO
El regreso a las actividades en los complejos deportivos está, desde hoy, marcado por un estricto protocolo de bioseguridad. Los clubes han acondicionado sus sedes de entrenamiento y deberán seguir ciertas normas que se establecieron en los documentos que la LigaPro y la Federación Ecuatoriana de Fútbol presentaron al COE Nacional.
La primera norma será respetar el distanciamiento social. Los equipos trabajarán en grupos y en horarios diferenciados. En Liga de Quito, por ejemplo, se harán dos jornadas y se utilizarán las dos canchas principales al mismo tiempo.
Richard Cabezas, médico del club albo, aseguró que habrá dos grupos de 14 jugadores por turno.
“Tenemos que dividirnos en turnos. Solo nos quedaremos toda la jornada los esenciales como un médico, un utilero y el cuerpo técnico”, aseguró Cabezas.
El galeno del cuadro azucena asegura que serán días complicados, porque todos deberán dar una mano para que el protocolo se cumpla.
“Le pedimos al preparador físico (Marcelo Cabezas) que trabajen los primeros días en estaciones individuales. Cuando él dé la orden de cambiar de estación, deberemos ingresar a la cancha a desinfectar todos los materiales de trabajo”, dice el profesional de la salud.
En Independiente del Valle la norma es menos rígida. El complejo de Chillo Jijón permite que todo el equipo trabaje a la par, pero con separaciones. Para este caso se usarán las tres canchas principales.
El equipo se dividirá en tres grupos y estarán acompañados cada uno por un utilero exclusivo. Mario y Francisco Alcocer, los utileros del primer equipo, contarán con el respaldo de su colega de formativas.
Wendy Montiel, médico del IDV, asegura que el club trata de perfeccionar sus protocolos internos. Este se lo trabajó durante tres meses junto al resto de los dirigentes.
Por pedido de los cuerpos técnicos, estas primeras semanas de reanudación de actividades servirá para acondicionar físicamente a los jugadores. Incluso para hacer evaluaciones médicas aparte a las que se exigen por covid-19.
Se harán antropometrías, espirometrías y toma de peso. Los jugadores que estuvieron lesionados y recibieron el alta médica, podrán presentarse a las prácticas sin antes someterse a un examen clínico.
Ese es el caso de Luis Santana, jugador de El Nacional. El año pasado el delantero sufrió una molestia muscular que le impidió debutar con sus compañeros en esta temporada.
La paralización le sirvió para recuperarse. Ahora espera ser evaluado por los galenos del club y recibir el visto bueno para trabajar nuevamente en cancha.
“La paralización me sirvió para recuperarme. Siento que hoy, cuando volvamos a juntarnos, vamos a estar en las mismas condiciones”, dice Santana.
En Aucas, el equipo acondicionó tres zonas de entrenamiento en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda. Se usará la cancha principal, la alterna y la de césped sintético. Cada espacio contará con una zona de desinfección (lavamanos de pedal).
Los jugadores deberán llegar al entrenamiento cambiados y listos para trabajar. Solo una persona por vehículo.
Cada futbolista deberá llevar su hidratación y respetar la distanciamiento en el parqueadero, donde se marcó las zonas donde no se pueden estacionar.
Al igual que en Liga de Quito, los orientales trabajarán en acondicionamiento físico. Al menos esto será en los primeros días. El DT Máximo Villafañe analizará la situación de sus pupilos.