Cuando de verdad se ama, en todos los órdenes de la vida, se desea servir; aunque esto represente sacrificio, entrega, constancia y lealtad.
Eso es exactamente lo que ha pasado en el caso del Ministro de Energía Carlos Pérez García, que resulta ser hermano nuestro (somos 6 hermanos que nos une la pasión por nuestro país). Ha sabido tomar grandes y pequeñas decisiones con gran compromiso, responsabilidad, honradez y seriedad; pensando siempre en la mejora del país, dejando temporalmente la prioridad que aprendimos de nuestros padres, que la familia es lo primero; ya que si mejora nuestra familia, la de cada uno de nosotros, mejorará necesariamente nuestro país.
Creo que es de justicia decirte gracias Gran Hermano, porque has hecho lo que debías hacer, apoyar al Gobierno y por ende a nuestro país cuando han requerido tu aporte, por tu calidad humana, y tu experiencia técnica y administrativa. Dejas un camino trazado para quienes asuman esa delicada pero hermosa responsabilidad. Has hecho rendir los dones que has recibido de Dios y los principios con que nuestros padres, como primeros educadores, nos dejaron y nos dejan con su ejemplo de vida.