Sincerándonos, los ecuatorianos somos muy buenos para quejarnos y criticar desde nuestra zona de confort. Sin embargo desde que el decreto 883 fue derogado, el Presidente Moreno planteó un desafío y es que desde los diferentes gremios y sectores sociales se aporten ideas, sugerencias y propuestas frescas para sanear las finanzas. Lo que sucedió es algo inédito, ver a estos representantes de diferentes tendencias e ideologías reunidos con el Presidente expresando su disponibilidad de cooperar con el Gobierno, puede estar marcando un nuevo rumbo en la forma de gobernar. Un modelo más inclusivo y equilibrado a los ya desgastados modelos neoliberales y socialistas que tienen a los pueblos cansados como se puede ver en otros países de la región.
Otro logro del Presidente es que en dos años y medio de Gobierno, está cerca de zafar el nudo ciego que a Correa y sus compadres les tomó diez años hacer para amarrar todas las instituciones del Estado al servicio de su partido y así poder perennizarse en el poder.
Otro tema destacable fue el anuncio del Gobierno de empezar a enseñar valores y principios en todas las escuelas. Y para concluir quisiera destacar que Lenín está demostrando que no se necesita prepotencias ni espectáculos chabacanos para gobernar al Ecuador.
Juan Fernando Williams Salcedo