El Ecuador es un país muy distinto al que fue hace 10 años y si nos remontamos más allá las diferencias se hacen mayores con cada año, de un país pequeño con aspiraciones de potencia mundial y presupuesto de estudiante. Quiero pensar que el Ecuador es un país líquido, que se modela y toma forma a razón de la economía que lo amarra a distintas políticas y planes lo que hace difícil una verdadera estabilidad.
Pero existe una diferencia crucial entre modelos y sistemas y es que el pueblo se mantiene igual, la gente que sabe que mañana o pasado debe trabajar y poder servir las necesidades de sí mismos y de su familia sigue ahí además de ser quienes deben aguantar el peso de llevar a cabo la actividad económica del país, sin embargo qué ocurre cuando por enfermedad o un desafortunado accidente ya no pueden tener la misma productividad de antes y en base a esto solo esperar al visto bueno para retirarte del mundo laboral.
No negaré que vivimos en un mundo distópico lleno de caos e inmerso en un miasma de toxicidad, pero ahora hay cambios, la Constitución se asegura que el Estado vele y permita que gente con capacidades especiales o discapacidades ya sean temporales o permanentes puedan trabajar con las seguridades y accesos que necesiten, si bien no cambia muchas perspectivas es bueno tenerlo en cuenta ya que no se sabe si al día de mañana usted pueda ser el que necesite una silla de ruedas para movilizarse.
Francisco Novoa del Pozo