Imagen referencial. No importa el tiempo que haya pasado, si una persona rompe el silencio debe ser escuchado; no juzgado. Foto: Pixabay
Con el ‘hashtag’ #seremoslasúltimas, colectivos de mujeres explicaron cómo debe ser el acompañamiento a un sobreviviente de violencia sexual en la niñez o adolescencia. Son nueve recomendaciones con las que se logrará brindar un apoyo a quienes vivieron estos hechos.
No minimizar la violencia
Tocamientos, roces, penetración, comentarios o insinuaciones sexuales son agresiones que no pueden obviarse. No se debe minimizar ninguno de estos signos. “No minimices lo que esa persona siente o piensa sobre la violencia vivida”.
Creer en su testimonio
No importa el tiempo que haya pasado, si una persona rompe el silencio debe ser escuchado; no juzgado. “No hagas preguntas como: por qué no lo contaste antes?, porque pueden ser revictimizantes”.
Evitar la victimización
La persona que cuenta su historia de violencia es fuerte y valiente ya que sobrevivió a este hecho y a todos sus efectos. “Lucha por recuperar su vida”.
Valorar sus sentimientos
La rabia, el dolor y el temor son sentimientos normales y son algunas de las expresiones que debe sentir, expresar y vivir quien ha vivido temas de violencia, abuso o acoso. “Debe ser escuchada”.
Expresar empatía
Si sientes indignación, dolor o rabia por el hecho sucedido, estos deben ser expresados. Es una respuesta sincera ante un caso doloroso de este tipo.
Buscar ayuda
Si el sobreviviente presenta irritabilidad, ansiedad, insomnio, pesadillas o retraimiento, por periodos largos de tiempo y genera malestar, es necesario motivar a la persona a buscar ayuda.
Localizar redes de apoyo
Buscar justicia o actuar frente a una hecho de violencia no debe hacerse solo, ya que es importante que se tejan redes de apoyo. El acompañamiento es vital para un proceso de sanación.
Respetar la autonomía
La persona debe sentirse acompañada e incentivada a tomar decisiones. Es importante que sientan que tienen el control de su vida; así logrará retomar sus actividades normales.
Asumir los límites
Si se acompaña a una persona en el proceso de superación es necesario reconocer los límites de cada uno o también buscar ayuda. Los descansos y tener un espacio para expresar los temores y frustraciones son importantes en el acompañamiento.