Juan Zapata, director del ECU 911, dijo que durante el 2018 se generaron 12,6 millones de llamadas, de este total casi 6 millones fueron alertas falsas. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
“Me trae una salchipapa”. “Necesito una patrulla, estoy full ebrio”. “Me puede dar la hora”. Los mensajes se guardan en grabaciones de llamadas reales hechas al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911 y fueron difundidos este 24 de julio del 2019 para dar cuenta del mal uso del número de emergencias en Ecuador, una conducta que es sancionada con cárcel.
En la sala de crisis del ECU 911 en el parque Itchimbía fue lanzada la mañana de este miércoles la campaña ‘Usa bien el 911’, que busca generar conciencia en la comunidad.
Juan Zapata, director del ECU 911, manifestó que durante el 2018 se registraron 12,6 millones de llamadas, de las cuales casi 6 millones (47,4%) fueron alertas falsas por mal uso de la línea. En lo que va del 2019 hubo 3 183 452 avisos inadecuados lo que representa el 45,35% de los reportes receptados. “Congestionan el servicio e impiden atender de forma adecuada las emergencias”.
Llamada real al servicio de emergencias ECU 911: ‘Estoy full ebrio’. Video cortesía ECU 911
Según Zapata, en el 2018 se generó un gasto innecesario de USD 12 455 169 por avisos falsos de emergencia realizados al 911. El precio de una llamada indebida al 911, que dura en promedio 1 minuto con 11 segundos, es de 2 dólares con 8 centavos.
“En 2018, el tiempo promedio de llamadas de mal uso del servicio fue de 6 385 836 segundos, lo que representa 2,5 meses seguidos que trae una pérdida de tiempo y de recursos para la asistencia de las alertas ciudadanas”, aseguró Zapata.
Según el ECU 911, el mal uso de la línea no solo genera desperdicio de recursos económicos, sino también de tiempo, recursos humanos, equipamiento, infraestructura y congestiona el canal de acceso de la ciudadanía a la línea única para emergencias.
El servicio integrado mostró casos de cómo la ciudadanía hace un mal uso de la línea 911. Entre las falsas llamadas se incluyen voces de niños pidiendo pizza o de adultos que solicitan que les lleven alimentos.
Al ECU 911 también se lo asocia con una fuente esotérica o espiritual. “Buenos días, quería decirles que he visto una casa donde hacen brujería”, se escucha a un hombre que llamó al teléfono de emergencia.
Una mujer adulta mayor llamó para indicar que no tiene línea telefónica y pregunta por Andinatel (que ya no existe). “La emergencia es saber cuál es el número de Andinatel porque no tengo línea”, dice la adulta mayor.
En otro caso se confunde al 911 con una entidad bancaria. “Por favor, quería saber acerca de los avances que puedo hacer en la tarjeta”, dice un hombre. Otro ejemplo: “Por favor me puede dar el número de la cooperativa Posorja de Guayaquil”, pregunta un señor. Otro ciudadano llamó para decir: “Verá, lo que pasa es que se me bloqueó el celular y no sé cómo desbloquearlo”.
Uno de los casos más graves presentados fue el de un hombre que realizó la falsa alerta de bombas en varios edificios de Quito.
“Tenemos que entender que este es un organismo que atiende y que salva vidas”, aclaró Zapata.
La campaña de concienciación durará seis meses, luego se ejecutará un proceso de evaluación y posteriormente se presentarán las denuncias para judicializar los casos.
¿Cuáles son las sanciones vigentes en el Código Orgánico Integral Penal (COIP)? El artículo 396 tipifica con “pena privativa de libertad de 15 a 30 días a la persona que de manera indebida realice uso del número único de atención de emergencias para dar un aviso falso de emergencia y que implique desplazamiento, movilización o activación innecesaria de recursos de las instituciones de emergencia”.
Alexandra Ocles, directora del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, invitó a la ciudadanía a actuar de forma ética y no aumentar el riesgo.
Diariamente el ECU recibe cerca de 9 000 llamadas reales. Cada dos minutos el servicio recibe 50 llamadas.
Las zonas con mayores cifras de mal uso del servicio respecto al total de alertas atendidas en su jurisdicción operativa son ECU 911 Samborondón (Guayas, Los Ríos, Santa Elena, Bolívar y Galápagos) con el 51,41%; seguido por ECU Portoviejo (Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas) con el 51,07% y el ECU Quito (Pichincha, Napo y Orellana) con el 46,43%.