Quentin Tarantino es una de las cabezas más talentosas de Hollywood. Un tipo con la capacidad de combinar géneros, tradiciones y estilos del cine, y crear productos únicos que no se parecen a nada. ‘Django sin cadenas’ es una clara muestra de ello: una película que mezcla el ‘spaghetti western’ con toques operáticos.
Al menos eso fue lo que explicó durante una conversación que sostuvo con algunos medios de comunicación a escala mundial.
“No soy tan fanático del ‘peplum’, o cine histórico de aventuras, como lo soy del ‘spaghetti western’, pero me gusta mucho”, comenta el realizador en relación a ese género. Allí se mostraba a personajes forzudos y mitológicos en aventuras épicas. “Pero siento que hay una conexión con ese género, en el sentido que quería que el camino recorrido por Django, este esclavo negro en EE.UU., tuviera el peso de un personaje mitológico. Quería que se sienta que salva a esta mujer del infierno en el que se encuentra, a su princesa en exilio en este reino del mal manejado por una gárgola malvada”, comenta el cineasta de 49 años.
En efecto, Django, interpretado por Jamie Foxx, es un esclavo liberado por el doctor King Schultz, a cargo de Christoph Waltz, un cazarrecompensas que le propone un trato: si él lo ayuda a buscar a un par de criminales que tienen un buen precio por sus cabezas, él ayudará al esclavo a encontrar a Broomhilda, su esposa, quien vive en una plantación de algodón manejada por Leonardo DiCaprio en el papel de Calvin Candie, uno de los barones más poderosos del sur estadounidense.
“Sin duda, la esclavitud fue uno de los capítulos más vergonzosos de la historia de EE.UU.”, comenta Tarantino, “pero también es una etapa que tiene un gran potencial dramático y ha sido casi ignorada por el cine estadounidense”. A esta afirmación le dio un motivo: “mucha gente no quiere lidiar con esa historia; no tanto ignorarla como no mirarla de frente.” Una de las preguntas que se le hizo giró en torno a la crítica social que muchas veces se hace de su cine por su violencia.
“Eso jamás ha afectado en nada el proceso de escritura”, confiesa Tarantino. “Sin embargo, al haber hecho esta película, que tiene tantos tonos, pues tuve que hacer presentaciones para el público a fin de encontrar el balance correcto y sacar lo mejor de cada tono”.
Pone como ejemplo las escenas de peleas entre esclavos –el entretenimiento favorito de Candie– que se ven en la cinta, y que logra convertir la violencia en un placer estético. Cortesía de Tarantino.
“Yo hice una escena más fuerte de esa pelea, pero la vi con gente y me di cuenta de que los había traumatizado”, apunta. “Y es muy fácil ponerse artístico y decir que no pienso cortar nada, pero lo cierto es que no escribí la película por esa escena. Yo quería que la audiencia estadounidense, y sobre todo la negra, hiciera barra por Django. Y con una escena tan fuerte, la gente no disfrutaba de eso. Así que la corté un poco, de tal forma que todas las emociones funcionaran en su nivel correcto”, explica.
La pregunta, entonces, se impone: ¿por qué Tarantino escribió y realizó ‘Django sin cadenas’? El director dijo que lo divertido de una película como esta, o como ‘Bastardos sin gloria’, es que tomas estas historias, que forman parte de un contexto histórico, y al hacerlas respetando lo ocurrido, pueden mostrar a los personajes como víctimas. Aquí los puedo hacer vengadores, y darle una salida catártica a todo lo que hemos visto”.
En forma de ‘spaghetti western’ y con esclavos de por medio. ‘Django sin cadenas’ suena demasiado bien para ser verdad. Así el autor de ‘Pulp Fiction’ (1994), la saga de ‘‘Kill Bill’ y ‘Bastardos sin gloria’ (2009) se refirió a su filme.
Tras el tiroteo en una escuela primaria de Connecticut, el aplazamiento del estreno de la última película de Tarantino, ‘Django sin cadenas’, fue el cuarto.
El director defendió el uso de la violencia en sus cintas con un propósito claro: apelar a las emociones de la gente.
En Los Ángeles se canceló la fiesta que se ofrecería después del estreno de la película, pero hubo una proyección privada para el equipo y el elenco.
El elenco cuenta con actores como Leonardo DiCaprio, Samuel L. Jackson, Jamie Foxx, Kerry Washington y Christoph Waltz.
El actor estadounidense Jamie Foxx tuvo una postura diferente a la de Quentin Tarantino frente a la influencia de la violencia en películas.