En medio de un panorama lleno de retos que superar sin el apoyo más que del núcleo familiar, hay que soportar la excesiva cantidad de feriados que no hacen más que beneficiar a unos pocos y a la mayoría nos golpea porque no tenemos recursos para gastar en vacaciones no programadas.
Quienes nos arriesgamos invirtiendo nuestros ahorros en microemprendimientos o de aquellos que estamos parados en las esquinas de la ciudad con nuestras herramientas ofreciendo nuestra mano de obra, vemos disminuida la afluencia de clientes.
Esta declaración de feriados no es más que una especie de narcótico que no hace más que aletargar la protesta de la gente desesperada por conseguir un trabajo que le permita sobrevivir. Se debería disminuir la cantidad de días feriados, aumentando los días económicamente activos con el trabajo por horas, que nos permitan generar ingresos económicos a las personas que no tenemos un trabajo asalariado ni tampoco tenemos seguridad social.