Alexandra Vela, decana de derecho de la UDLA. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Entrevista a Alexandra Vela, decana de derecho de la UDLA
¿Por qué cada varios años hay diálogos y acuerdos, como en 1978, 1998, 2008 y el que se inaugurará el próximo lunes 6 de mayo?
Se producen cuando hay rupturas democráticas; en 1978 hubo un diálogo al final de la dictadura militar que termina con la propuesta de Constitución. En 1998, los diálogos tienen su origen en la caída de Bucaram. ¿Había la necesidad de una Constituyente? Creo que no, pero había fuerzas que la reclamaban, particularmente el movimiento indígena. Hubo acuerdos para crear una mayoría en la Asamblea Constituyente, dos tercios de la Constitución fueron aprobados por consenso. Esta constitución rigió 10 años hasta que llegó Correa con el compromiso de una nueva Constituyente. Me preocupa pensar que los acuerdos para modificaciones importantes no sean a largo plazo.
¿El camino es hacer enmiendas constitucionales?
Se utiliza el diálogo para llegar a acuerdos de políticas de Estado de largo plazo o mediano plazo. De hecho, la única política de Estado que el Ecuador ha tenido en los últimos 40 años fue la paz con el Perú, su resultado nos permite ver los beneficios. Por eso deberíamos tener más de estas políticas.
¿Acuerdos como eliminar el hiperpresidencialismo?
No. Eso es ir bajando los niveles. Se convoca a un diálogo cuando hay diversos puntos de vista y no hay acuerdo. Hay que buscar el acuerdo sobre la reforma política, no en detalles como salir del modelo hiperpresidencialista. El consenso es regresar a un sistema democrático y no volver a la dictadura de los 10 años. ¿Entonces, para qué convocamos a un diálogo para un consenso político que ya tenemos? En cambio, lo que creo que no tenemos, y que es el principal problema del Ecuador en este momento, es (consenso sobre) cómo salir de la crisis económica, que es producto del mal manejo económico, de un modelo económico fracasado del gobierno de Rafael Correa. El acuerdo debe centrarse en la solución de ese problema: ¿qué necesitamos para superar la crisis económica? ¿Qué necesitamos para salir del proceso de desaceleración del crecimiento? ¿Cómo tener los pactos necesarios para saber cómo redistribuir los costos de las medidas económicas que van a tomarse? ¿Cómo sabemos en qué parte recortamos y dónde invertimos?
¿Cree que haya consensos en esta ocasión?
Veo muy difícil un consenso en el tema económico, que es el problema más importante del Ecuador. Hay menos crecimiento económico, eso en una economía dolarizada se traduce en pérdida de empleos y de poder adquisitivo. Este tipo de temas implica hacer un ejercicio de realidad, que a los ecuatorianos nos resulta muy difícil. Si tenemos dinero y hay una bonanza aparente, eso nos gusta, pero cambia si se nos dice que este proceso llegó a un límite y tenemos que evitar seguir el camino de Venezuela, para lo que tenemos que tomar medidas. Puede haber muchos diálogos, pero estos no garantizan consensos. Además, si estamos tan cerca de un proceso electoral, será más difícil, porque cada candidato presidencial va a estar pensando si la decisión de subir impuestos es conveniente para su candidatura. Me temo que en este aspecto el Gobierno está solo y va a seguir estando solo, porque se puede dialogar mucho sobre eso, pero los consensos no vendrán.
Hay una mesa que se llama de empleo y productividad. ¿El Acuerdo debería focalizarse en ella?
Si la economía no crece, no hay empleos nuevos. Y en una economía dolarizada, el ajuste no viene por la inflación sino por el empleo. Dado que se sabe que es así, esta mesa tiene un trabajo muy importante. Lo que esa mesa no puede obviar es reconocer que debe hacer un ajuste económico ahora, en qué forma debe producirse ese ajuste, y de qué manera se puede generar y llegar a una colaboración entre empresarios y el resto de los actores dentro de la sociedad ecuatoriana, para que esos ajustes se reflejen en una política que signifique salir de la crisis en el lapso de dos o tres años, que es el tiempo que se demoran las medidas económicas para funcionar y la manera de saber cómo manejar con los menores costos posibles para las personas de menos ingresos.
¿Puede haber un costo político para el Gobierno si esto se decide en una consulta popular?
Tengo dudas de que al tomar medidas económicas que son necesariamente antipopulares, una reforma política que implique llevar a las urnas la decisión tenga alguna posibilidad de llegar a feliz término. No la veo viable, porque sí hay que tomar medidas económicas duras. Se debe eliminar el hiperpresidencialismo y eliminar el Consejo de Participación Ciudadana, que es una institución antidemocrática, fascista; el otro tema es modificar el sistema electoral. ¿Pero alguien querrá modificar el actual sistema electoral con el método D’Hondt, teniendo al frente las elecciones presidenciales, cuando los candidatos van a estar pensando en ganar la elección y que le conviene el sistema para tener mayoría en la Asamblea?
Hoja de vida
Alexandra Vela fue jefa del gabinete del presidente Jaime Roldós (1979-1981). Fue secretaria de la Administración de Oswaldo Hurtado (1981-1984). Ocupó la Vicepresidencia del Congreso Nacional (1996-1997). Forma parte de la veeduría ciudadana para el proceso de evaluación de jueces de la Corte Nacional.
Estudios Es abogada con estudios en la Universidad de Lima y la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.