El presidente francés, Emmanuel Macron, en una ceremonia militar en honor a los soldados de las Fuerzas Armadas francesas, en Los Inválidos de París, Francia, el 26 de noviembre de 2018. Foto: EFE
El presidente francés Emmanuel Macron dijo este martes (27 de noviembre del 2018) que hay que escuchar las protestas de los “chalecos amarillos”, un movimiento que protesta desde hace 10 días en Francia contra la subida de los impuestos a los carburantes, pero señaló que no renunciará a esta medida.
“Debemos escuchar las protestas de alarma social, pero no debemos hacerlo renunciando a nuestras responsabilidades para hoy y mañana, porque existe también una alarma medioambiental”, dijo el mandatario francés en un discurso en el Palacio del Elíseo.
“He aprendido de los últimos días que no debemos abandonar el rumbo cuando es correcto”, añadió el Presidente.
No obstante, tendiendo la mano a los manifestantes, anunció que los impuestos sobre los carburantes serán adaptados en función de las fluctuaciones del precio del barril del petróleo, para proteger el bolsillo de los ciudadanos más modestos.
El 24 de noviembre de 2018, manifestantes de chalecos amarillos (Gilets jaunes) gritan consignas cuando se queman materiales durante una protesta contra el aumento del precio del combustible y los costos de vida cerca del Arco de Triunfo en los Campos Elíseos de París. Foto: AFP
“Debemos adaptar el alza de este impuesto en función del mercado del petróleo”, apuntó.
“Me niego a que la transición ecológica acentúe las desigualdades entre territorios y dificulte aún más la vida de nuestros conciudadanos que viven en zonas rurales o periurbanas”, dijo el jefe de Estado en un discurso de casi una hora en el que abordó un amplio abanico de temas vinculados a la energía y el transporte.
El movimiento de los llamados “chalecos amarillos” nació hace unas semanas en Francia contra un incremento de los impuestos sobre los carburantes, pero se ha convertido en una protesta general contra la pérdida del poder adquisitivo y los impuestos considerados por muchos excesivos.
Una primera movilización nacional aglutinó hace 10 días a cerca de 300 000 personas en todo el país y a alrededor de 100 000 el sábado pasado, entre ellos 8 000 en París, donde se produjeron violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía en la famosa avenida de los Campos Elíseos.
Su nombre, “chalecos amarillos”, hace referencia a las prendas fosforescentes que debe utilizar todo automovilista en Francia en caso de incidente en una carretera para tener mayor visibilidad y que se ha convertido en el “símbolo” del movimiento que emergió en las redes sociales.